Índice de contenidos
Número 245-246
Serie XXV
- Textos Pontificios
- In memoriam
-
Estudios
-
San Juan María Vianney o el poder de Dios. (En el segundo centenario de su nacimiento)
-
García Morente y el estilo de España
-
Doctrina de la Iglesia sobre libertad y liberación. A propósito de la Instrucción de la Congregación para la Doctrina de la Fe sobre libertad cristiana y liberación
-
Las «sugerencias» del Sínodo de 1985
-
El mal menor y las elecciones
-
La «Weltrevolution» y el «Weltoktober»
-
El sectarismo, fuente de errores políticos. (Las equivocadas opciones de la Institución Libre de Enseñanza)
-
-
Monográficos
-
El derecho colectivo de los católicos a defenderse de injustas agresiones. (Introducción, selección de textos y comentarios a un libro de Joaquín Torres Asensio)
-
Ilegitimidad del gobierno del Frente Popular de 1936. (Consideraciones de un eminente liberal)
-
Una reacción de la irreductible España
-
Apuntes sobre los Movimientos Católicos juveniles en la Cataluña de 1936-1939
-
El porqué de la Victoria
-
- Actas
- Homenajes
- Crónicas
-
Información bibliográfica
-
Manuel de Santa Cruz: Apuntes y documentos para la historia del tradicionalismo español 1939-1966. Tomo XIV (1952)
-
Vicente Marrero Suárez: Picasso y el monstruo
-
Gonzalo Fernández de la Mora: La envidia igualitaria
-
Martirián Brunsó Verdaguer: El amor que siempre gana
-
Agustín Basave Fernández del Valle: Filosofía del Derecho Internacional
-
Jaime Morales Carazo: ¡Mejor que Somoza, cualquier cosa!
-
Autores
1986
Ilegitimidad del gobierno del Frente Popular de 1936. (Consideraciones de un eminente liberal)
ILEGITIMIDAD DEL GOBIERNO DEL FRENTE POPULAR DE 1936
CONSIDERACIONES DE UN EMINENTE LIBERAL
POR
JOSÉ AN~ONIO GARciA NoBLEJAS
Académico
Correspondiente de la Real de-la
Historia.
Notario y Abogado.
El carácter legal y legítimo proclamado constantemente por
el
Gobierno del
Frente
Popular de
1936 que
presidió desde
sus
poltronas el
Alzruniento del
18
de julio, y por los gobiernos que
a
lo largo de
la guerra ~e suoedieron
en Madrid, Valencia y Bar
celona, es
punto
neurálgico, acaso el de mayor trascendencia,
para
el enjuiciamiento
bístótico--legal de los hechos cuyo cin
cuentenario conmemoramos.
La cuestión ha sido reiteradamente invocada por los partidos
de ambos
fados, aunque
en términos muy diferentes: del lado
rojo o republicano, apoyados en
el resultado de las elecciones del
16 de febrero, sin admitir juicio crítico de ellas, y del lado na
cional en base a numerosos hechos y
consideraciones eh tomo
a las propias elecciones y
al consecuente
desenvolvimiento de las
Cortes y de los gobiernos, recogidos en
numerosas publicaciones
críticas, entre
las que desta¡:a
-el conocido «Dictamen sobre
ile
gitimidad de
poderes actuantes el 18 de julio de 1936»_ apare
cido
en 1939.
A propósito de tan importante cuestión, ofrecemos
ahora ,un
comentario
poco divulgado,
pero de
gran
interés por la objeti
vidad,
independencia y
acusada
personalidad de
su autor, de ta
lante netamente
libéral
y publicado en Buenos Aires en plena
guerra, fuera
de la tutela de los contendientes:
-La guerra civil
española, de don Me!chor Almagro San Martín.
645
Fundaci\363n Speiro
]OSE ANTONIO GARCIA NOBLEJAS
Contaba el señor Almagro 54 años de edad al producirse el
Alzamiento. Granadino de nacimiento,
Licendiado en
Derecho
por la Universidad de Madrid, ampliados estudios en
las de Jerui
y Heidelberg, ingresó en la carrera diplomática en 191 O. Repre
sentó
a España en
Parls, Viena, Bucarest y Bogotá, ,así como en
San Petersburgo, donde vivió en 1917
el derrocamiento del Zar,
el Octubre Rojo
y todos sus episodios, enriqueciendo singular
mente sus experiencias políticas. Regresado a España
.y retirado de la política, se entregó en
teramente a
las letras, la investigación histórica
y los comenta
rios de actualidad,
colabórando asiduamente en· los diarios ABC
y Ahora, y publicando ·obras de lilstoria contemporánea, tales
Ba;o los tres últimos Borbones, Cr6nica Je Alfonso XI1I y de su
· época y el que ahora nos ocupa.
Intelectual riguroso e
independiente, tocado de ta!ente libe
ral
y aun republicano, sociable y romunicativo, relacionado per
sonalmente con políticos e intelectuales de todos los colores, den
tro de España
y fuera de ella, fue requerido en el crítico año
1936 por el Presidente del Gobierno de la
República, el
modera
do
y masón Portela Valladares, para participar con su partido
de centro en las elecciones del 16 de febrero, como lo hizo, aun
que
sin entusiasmo, en su provincia de Granada. Su información,
pues; sobre aquel acontecer
político, es
directa
y de primera
mano.
El 18 de julio se hallaba en Madrid; su inquietud por la vida
pdblica fo llevó
a presenciar en la noche del 19 el
asedio e in
vasión del Cuartel de la Montaña
y su sangriento desenlace, cuyo
relato hace
en el libro
a que nos referimos.
Pronto aprovechó la
oportunhlad de
un congreso de escritores en Buenos
Aires para
escapar del infierno rojo
y escribir en la paz lejana del Plata el
testimonio de
cuanto
había vivido y sabido de nuestra guerra.
* * *
Sobre tres puntos singulares enjuicia don Melchor Almagro
la legitimidad del Gobierno del Frente Popular,
a saber:
646
Fundaci\363n Speiro
ILEGITIMIDAD DEL GOBIERNO DE 1936
-Elecciones del 16 de febrero y segunda 1/Uelta. de ellas.
-Toma
del Gobierno por
el Frente PopJ,ilar.
-
Destitución
del Presidente de la
República.,
V
amos a
limitarnos a la transcripción de los párrafos corres
pondientes
a cada
una de
estas tres cuestiones en el
libro del
señ,or Almagro San Martín, ordenándolos sistemáticamente, sin
alteración
de
SÚ contenido.
Las elecciones de febrero de 1936. «Debieron determinar, por su pureza,
el derecho a cons
tituir mayoría y después gobierno salido de ella. Estudiémoslas
con
cuidJ!do y
objetividad porque de su
examen . depende
que el
gobierno de
Azaña pueda ser o no considerado como el legíti
mo de
Espl!Íia».
«Puesto
a decir toda
la verdad, confesaré que nunca fueron
absolutamente puras nuestras elecciones, entendiendo por tales
el libre y espontáneo testimonio
de la voluntad popular, desli
gado del
influjo ejercido
desde
el Ministerio del Interior».
«Para triunfar con masa arrolladora usaron los republicanos
del 14 de
abril, en las elecciones de las Constituyentes, el con
sabi
desacreditado recurso de
hacer. influir a los gobernado
res y de remover los ayuntamientos a favor de los candidatos mi
nisteriales. Don Miguel Maura, a la sazón Ministro de la
Go
bern'1ción, desmochó cuantos ayuntamientos le estorbaron, nom
btando, como
Primó de Rivera, «comisiones gestoras» que los . . .
pusietan á la entera disposición del gobierno».
«Legó
el temido por muchos y anhelado por otros 16 de
fe
brero de 1936, domingo que amaneció en toda España despe
jado y
claro»,
«El día 17 por la mañana, antes de las ocho, conferencié con
el secretario de Portela, me dio a
entender que
aunque faltaban
aún muchos datos,
podían darse. a
las derechas con
el centro
como mayoría triunfante».
647
Fundaci\363n Speiro
JOSE ANTONIO GARCIA NOBLEJAS
«En Granada reinaba tranquilidad, pero no así en el resto
de
España. Comienzan
a llegarnos noticias de
desórdenes produ
cidos
por las
izqúierdas, iniciados,
según
parece, al conocer las
declaraciones
oficiales del Ministro de
la Gobernación, indicando
la posibilidad de un triunfo
derecho-eentrista».
«En
Cáceres, donde
el escrutinio se suspendió durante la
noche
del 20
al 21., las
actas auténticas fueron sustituidas de la
caja donde se guardaban por otras falsas,
hecho que
las fotogra
fías e,cl,ibi
cumplidamente».
«Llevando
mi acta de diputado por Granada que había con
seguido
con 50.000 votos de mayoría sobre
la candidatura
Frente Popular, salí pata Madrid».
«El
Gobierno repone
a
fos · Ayuntamientos del
14 de abril,
es decir, sólo a
los municipios
izquierdistas
elegidos · en
las
cé
lebres
elecciones que derrocaron a la Monarquía;
excluyendo a
los munlcipios de
derechas, que
tenían exactamente igual título
de
limipeza
política que
aquéllos. Según se susurraba, esta me
dida «rusificó»
como se dijo
gráficamente, a
8.000 municipios
españoles».
«Muy ufano con el acta de diputado a Cortes, que acababan
de
otorgarme mis paisanos
de Granada,
la presenté en. la Secre
taría:
de la Cámara ... En estos días lo único que interesaba en
la casa es
1a discusión .de actas. Las credenciales se agrupan en
actas limpias, graves y leves o menos graves. Para dicha clasi
ficación no
hay medida ni ley que rija. Se
hace a
ojo de buen
cubero, po,r no ~cribir irrespetuosamente '-'a tontas y a locas",
o a medida de la conveniencia
presión exacta».
«Las izquierdas, presididas por Azaña, que ya en los escru
tinios definitivos y en segundas vueltas han apretado los tor
nillos ferozmente para
:asegurarse la mayoría, continúan forzando
la máquina
en
la Comisión de actas ... La minoría socialista se
ha reunido en una de las secciones de
la Cámara, acordando pe
dir al Gobierno la anulación de las actas de Granada para que
648
Fundaci\363n Speiro
ILEGITIMIDAD DEL GOBIERNO DE 1936
se celebren nuevas elecciones bajo el signo y dirección del Fren
te Popular». «Perdonará el lector mi insistencia y prolijidad en tratar de
las actas de Granada, lo que
hago solamente
apoyándome en el
proverbio castellano
de que «qµien conoce un reino» o en el
refrán, también españolísimo,
"para muestra
basta un
botón",
sino
porque este asunto fue el primer, disentimiento serio que
hubo parlamentariamente entre
faquierdas y
derechas. Saltando
sobre todo
moti'Vo legal,
dando como actas notariales, simples
documentos privados y sin querer siquiera examinar los
datós
aducidos
por nosotros,
resolvió la mayorfa "anular
por impre
sión moral" las actas de Granada».
«Examen objetivo de las elecciones: De un total de 13.528.609
inscritos con derecho a votar,
lo habían ~jetcido solamente
9.418.514. Wladimir Ormesson
apunta que la mitad exacta de
esta
votación, 4
. .570.000 sufragios, fue
favorable a
los partidos
de derecha, debiendo, añadirse a ellos por analogía los 340.000
sufragios que obtuvimos los centristas. El Frente Popular con
signó un
total de 4.350.000 según datos ministeriales, es decir,
que prácticamente, el Frente Popular estaba en minoría. Según
otro observador, aquellas elecciones generales registraron 200.000
votos
más en total para las, derechas que para las izquierdas.
¿En qué, pues, consistió que lograse aparecer con mayoría en
las Cortes? ... En el empleo de los
pl'9Cedimientos anulatorios
y
de fraude, con los cuales se
llegó a la
soñada supremacia parla
mentaria».
«El verdadero resultado de los comicios nos dice que si se
hubiera respetado el resultado de las urnas, el Parlamento hu
biese estado con escasa, muy débil diferencia, dividido entre de
rechas, centro
e izquierdas; pero
en modo
alguno hubiese dado
pretexto al avasallamiento de una mitad de
España por
la otra
mitad». «El 6 de marzo las turbas se desencadenan de nuevo con
inoendios, asesinatos
y saqueos. Madrid, Cádiz, La, Coruña, To
ledo,
Huesca, Ecija, Segovia, Badajoz, Jerez de la Frontera son
teatro de sucesos terribles...
Sabfase a ciencia cierta
que las ju-
649
Fundaci\363n Speiro
JOSE ANTONIO GARCIA NOBLEJAS
ventudes socialistas y comunistas recibían educación militar, dada
por oficiales de asalto.
'Por las
afueras
y también en Madrid se
las
veía evolucionar libremente ... muchos chavales iban arma
dos de pistolas y revólveres que exhibían entre sus amigos, con
inocente petulancia. A
mí me
las enseñaron, sonriendo, más de
de una
vez».
«En
Granada
y Cuenca celébranse comicios para reemplazar
las
actas anuladas, casi todas de derechas o centro ...
Cumple el
Gobierno
de tal modo su promesa de sinceridad electoral, que
después de escenas extraordinariamente violentas, los candida tos de derecha idos
a Granada
para
dirigir sus
elecciones, tienen
forzosamente que
renunciar a la lucha... por arte de birlibirlo
que se volatilizaron totalmente los
150 .000
sufragios que dos
meses antes recibieran las derechas». «Los demás candidatos de derecha
. en
las segundas vueltas
de diversos distritos callan vencidos por las izquierdas en elec
ciones tan
limpias como
las de
·Granada».
Toma del Gobierno por el Frente Popular.
«Antes de conocerse los resultados oficiales de las eleccio
nes el Frente Popular toma el poder, precedido por violencias. Gil Robles declara públicamente en la capital de España que
el deber del Gobierno es mantenerse en su puesto basta
termi
nar
los escrutinios, saberse el resultado· de las elecciones
y pre
sentarse después a las nuevas Cortes». «Esto era evidentemente lo legal, parlamentario y
constitu
cional.
Pero estábamos a 18. Los escrutinios de las Juntas del
censo serían el día 20. ¿Entonces? Entonces se produce un plan
te en el penal de Burgos.
Hay disturbios callejeros en Madrid,
Valencia, Murcia
y Alicante».
«En las elecciones de
ningún Parlamento del mundo se co
nocen inmediatamente los resultados oficiales, sino que es pre ciso aguardar tanto a la serena
y detallada computación de los
votos por Juntas especiales de escrutinio, como a los resultados
650
Fundaci\363n Speiro
ILEGITIMIDAD DEL GOBIERNO DE 1936
de segundas vueltas ... La más rigurosa lógica-y el deber elemen
tal
de respeto a la
ley imponían 1a espera hasta conocer el re-
sultado
final».
. ,¡ , -
«Pero... no fue así. Las izquierdas _ no querían aguardar al
término legal de las elecciones. En Barcelona es nombrado Go
bernador
el señor Moles, amigo de Azaña, y no sólo el Alcalde,
sino también parte de los concejales separados-por el movimiento
revolucionario de
octubre, toman
posesión nuevamente de sus
antiguos puestos. En Granada un grupo de dirigentes se
pre
senta
al
Gobernador civil
pidiendo les
entregue el
gobierno en
seguida».
«Portela declara el martes 18 que
hasta el jueves 20 no se
sabrá el verdadero resultado de las elecciones celebradas,
sin
contar con que habrán de celebrarse segundas vueltas en muchas
provincias».
«¿Qué hará
Portela? ¿Resistirá el alud turbulento como es
su deber? ¿Aguantará también D. Niceto? ¿Triunfará
la violen
cia
sobre la legalidad?
Los madrugadores se desayunan el día 19
con
la nueva extendida ·por el peri6dico El Socialista de que el
Frente Popular pide sin espera el poder. Este procedimiento es
revolucionario a tocias luces. Lo legal es aguardar, pero ...
».
«Mientras tanto D. Niceto, quien resueltamente afirma que
debe supeditarse
la entrada del Frente Popular en el poder a la -
reunión de Cortes, forcejea con Portela, el cual quiere irse a
tocia costa, sin atender argumentos de
ninguM especie. ¿Cuál
podía -
ser la raz6n de este deseo testarudo de Portela, por di
mitir enseguida?».
«La suposición de falta de aplomo para
resistir_ la algarabía
callejera, versión que se ha propalado mucho, no parece
vero
símil
en hombre cuyo valor estaba reiteradamente probado.
Ene
tonces,
¿cuáles eran las
misteriosas causas que le obligaban a la
declinación prematura del poder? ¿Qué
secretas influencias po
dían pesar sobre este hombre entero? Enigma que acaso descifre
la historia algún dia».
(Los
subrayados son· nuestros).
«Portela había
dimitido
yá irrevocablemente. Y Alcalá Za-
651
Fundaci\363n Speiro
JOSE ANTONIO GARCIA NOBLEJAS
mora des,pués de reprocharle falta de coraje, deserción de sus de
beres, se veía obligado a entregar el
poder al Frente Popular».
«El día 20 se despertaron los madrilefios con
la novedad
de
·que se
anunciaba inminente un Gobierno de Frente Popular pre
sidido por Don Manuel Azaña».
Destitución del Presidente de la República.
«El Gobierno del Frente Popular se dispuso a realizar la
decapitación del Presidente de la República, utilizando el articu
lo 81 de
la Constitución, arma que habían afilado las derechas,
pero
que iba a servir a las izquierdas
para lo
que ellas
llamaban
«ejecución de altas
justicias».
Según el ya célebre artículo, el Presidente de la
Repúblics
''podrá
disolver las Cortes
hasta. dos
veces durante su mandato".
En el caso de segunda disolución, el primer acto de las nuevas
Cortes será
examinar y
resolver sobre la necesidad del Decreto
de disolución de Ias anteriores. El voto desfavorable de
Ja ma
yoría
absoluta
de las Cortes llevará anexa la destitución del Pre
sidente». «El 3 de abrll preséntase a
las· Cortes
del Frente
Popular la
moción
adobada por las derechas. Ahora la hacian suya los
di
putados
izquierdistas. El Congreso, cuya mayoría era de Azaña,
resolvió la consulta afirmando, naturalmente, que el Presidente
no podía ya
disolver el Parlamento por estar agotadas las pre
rrogativas que para ello le
concedia la
Constitución».
«Remarquemos,
también, siempre
en procura de la objetivi
dad de nuestra narración, que el consejo de
disolver se
lo ha
bían dado al Presidente y venian dándosele en todas las crisis
del
bienio· derechista,
precisamente y con unanimidad las izquier
das, que
.hora le
reprochaban
la disolución aconsejada tan reite
rada.mente por
ellas».
«Si el Presiente no
debla ni podía disolver,
¿por qué le
instaron las izquierdas a la
segunda disolución?
¿Es que ellas,
.,.¡ aconsejarle el acto, no se hicieron moralmente. solidarias? Y
652
Fundaci\363n Speiro
ILEGITIMIDAD DEL GOBIERNO DE l9J6
si éticamente era esa su posición, ¿por qué exigían responsabi
lidades?».
«A pesat de
la votación recaída, el
primet rna¡µstrado de la
República no acababa de despojarse por sí mismo de su alta
in.
vestidura. Se acentúa entonces la violencia contra él, destituyén
dole en la sesión
dd 7
de abril» .
• * *
Las anteriores coinsideraciones. formuladas por don Mdchor
Almagro
llevan aparejada la conclusión o resumen que apare
ce en uno de los párrafos de su obra: «Todo
poder, para ser legal, necesita la legitimidad de ori
gen. El
dd Frente
Popular se apoderó de la
Cámara y dd Go
bierno, como es notorio, antes de que se supiera oficial y jurídi
caniénte quién había triunfado
en las elecciones del
l(i de
fe
brero. El poder
lo consiguieron, no por d resultado de las urnas,
sino con violencia y amenaza en las calles. Esto lo sabe todo
d
mundo.
En cuanto a la otra palanca de mando de la República,
o sea, la presidencia de ésta, se logró por
la retorsión dd artícu
lo 81 de la Constitución, basándose sobre la inmoralidad de acu
sat al
Presidente aquellos mismos que aconsejaron la acción ata-
. cada,
o sea, la disolución de la Cámara. Esto es indudable. Son
hechos
y no opiniones».
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CONSIDERACIONES DE UN EMINENTE LIBERAL
POR
JOSÉ AN~ONIO GARciA NoBLEJAS
Académico
Correspondiente de la Real de-la
Historia.
Notario y Abogado.
El carácter legal y legítimo proclamado constantemente por
el
Gobierno del
Frente
Popular de
1936 que
presidió desde
sus
poltronas el
Alzruniento del
18
de julio, y por los gobiernos que
a
lo largo de
la guerra ~e suoedieron
en Madrid, Valencia y Bar
celona, es
punto
neurálgico, acaso el de mayor trascendencia,
para
el enjuiciamiento
bístótico--legal de los hechos cuyo cin
cuentenario conmemoramos.
La cuestión ha sido reiteradamente invocada por los partidos
de ambos
fados, aunque
en términos muy diferentes: del lado
rojo o republicano, apoyados en
el resultado de las elecciones del
16 de febrero, sin admitir juicio crítico de ellas, y del lado na
cional en base a numerosos hechos y
consideraciones eh tomo
a las propias elecciones y
al consecuente
desenvolvimiento de las
Cortes y de los gobiernos, recogidos en
numerosas publicaciones
críticas, entre
las que desta¡:a
-el conocido «Dictamen sobre
ile
gitimidad de
poderes actuantes el 18 de julio de 1936»_ apare
cido
en 1939.
A propósito de tan importante cuestión, ofrecemos
ahora ,un
comentario
poco divulgado,
pero de
gran
interés por la objeti
vidad,
independencia y
acusada
personalidad de
su autor, de ta
lante netamente
libéral
y publicado en Buenos Aires en plena
guerra, fuera
de la tutela de los contendientes:
-La guerra civil
española, de don Me!chor Almagro San Martín.
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Fundaci\363n Speiro
]OSE ANTONIO GARCIA NOBLEJAS
Contaba el señor Almagro 54 años de edad al producirse el
Alzamiento. Granadino de nacimiento,
Licendiado en
Derecho
por la Universidad de Madrid, ampliados estudios en
las de Jerui
y Heidelberg, ingresó en la carrera diplomática en 191 O. Repre
sentó
a España en
Parls, Viena, Bucarest y Bogotá, ,así como en
San Petersburgo, donde vivió en 1917
el derrocamiento del Zar,
el Octubre Rojo
y todos sus episodios, enriqueciendo singular
mente sus experiencias políticas. Regresado a España
.y retirado de la política, se entregó en
teramente a
las letras, la investigación histórica
y los comenta
rios de actualidad,
colabórando asiduamente en· los diarios ABC
y Ahora, y publicando ·obras de lilstoria contemporánea, tales
Ba;o los tres últimos Borbones, Cr6nica Je Alfonso XI1I y de su
· época y el que ahora nos ocupa.
Intelectual riguroso e
independiente, tocado de ta!ente libe
ral
y aun republicano, sociable y romunicativo, relacionado per
sonalmente con políticos e intelectuales de todos los colores, den
tro de España
y fuera de ella, fue requerido en el crítico año
1936 por el Presidente del Gobierno de la
República, el
modera
do
y masón Portela Valladares, para participar con su partido
de centro en las elecciones del 16 de febrero, como lo hizo, aun
que
sin entusiasmo, en su provincia de Granada. Su información,
pues; sobre aquel acontecer
político, es
directa
y de primera
mano.
El 18 de julio se hallaba en Madrid; su inquietud por la vida
pdblica fo llevó
a presenciar en la noche del 19 el
asedio e in
vasión del Cuartel de la Montaña
y su sangriento desenlace, cuyo
relato hace
en el libro
a que nos referimos.
Pronto aprovechó la
oportunhlad de
un congreso de escritores en Buenos
Aires para
escapar del infierno rojo
y escribir en la paz lejana del Plata el
testimonio de
cuanto
había vivido y sabido de nuestra guerra.
* * *
Sobre tres puntos singulares enjuicia don Melchor Almagro
la legitimidad del Gobierno del Frente Popular,
a saber:
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Fundaci\363n Speiro
ILEGITIMIDAD DEL GOBIERNO DE 1936
-Elecciones del 16 de febrero y segunda 1/Uelta. de ellas.
-Toma
del Gobierno por
el Frente PopJ,ilar.
-
Destitución
del Presidente de la
República.,
V
amos a
limitarnos a la transcripción de los párrafos corres
pondientes
a cada
una de
estas tres cuestiones en el
libro del
señ,or Almagro San Martín, ordenándolos sistemáticamente, sin
alteración
de
SÚ contenido.
Las elecciones de febrero de 1936. «Debieron determinar, por su pureza,
el derecho a cons
tituir mayoría y después gobierno salido de ella. Estudiémoslas
con
cuidJ!do y
objetividad porque de su
examen . depende
que el
gobierno de
Azaña pueda ser o no considerado como el legíti
mo de
Espl!Íia».
«Puesto
a decir toda
la verdad, confesaré que nunca fueron
absolutamente puras nuestras elecciones, entendiendo por tales
el libre y espontáneo testimonio
de la voluntad popular, desli
gado del
influjo ejercido
desde
el Ministerio del Interior».
«Para triunfar con masa arrolladora usaron los republicanos
del 14 de
abril, en las elecciones de las Constituyentes, el con
sabi
desacreditado recurso de
hacer. influir a los gobernado
res y de remover los ayuntamientos a favor de los candidatos mi
nisteriales. Don Miguel Maura, a la sazón Ministro de la
Go
bern'1ción, desmochó cuantos ayuntamientos le estorbaron, nom
btando, como
Primó de Rivera, «comisiones gestoras» que los . . .
pusietan á la entera disposición del gobierno».
«Legó
el temido por muchos y anhelado por otros 16 de
fe
brero de 1936, domingo que amaneció en toda España despe
jado y
claro»,
«El día 17 por la mañana, antes de las ocho, conferencié con
el secretario de Portela, me dio a
entender que
aunque faltaban
aún muchos datos,
podían darse. a
las derechas con
el centro
como mayoría triunfante».
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Fundaci\363n Speiro
JOSE ANTONIO GARCIA NOBLEJAS
«En Granada reinaba tranquilidad, pero no así en el resto
de
España. Comienzan
a llegarnos noticias de
desórdenes produ
cidos
por las
izqúierdas, iniciados,
según
parece, al conocer las
declaraciones
oficiales del Ministro de
la Gobernación, indicando
la posibilidad de un triunfo
derecho-eentrista».
«En
Cáceres, donde
el escrutinio se suspendió durante la
noche
del 20
al 21., las
actas auténticas fueron sustituidas de la
caja donde se guardaban por otras falsas,
hecho que
las fotogra
fías e,cl,ibi
«Llevando
mi acta de diputado por Granada que había con
seguido
con 50.000 votos de mayoría sobre
la candidatura
«El
Gobierno repone
a
fos · Ayuntamientos del
14 de abril,
es decir, sólo a
los municipios
izquierdistas
elegidos · en
las
cé
lebres
elecciones que derrocaron a la Monarquía;
excluyendo a
los munlcipios de
derechas, que
tenían exactamente igual título
de
limipeza
política que
aquéllos. Según se susurraba, esta me
dida «rusificó»
como se dijo
gráficamente, a
8.000 municipios
españoles».
«Muy ufano con el acta de diputado a Cortes, que acababan
de
otorgarme mis paisanos
de Granada,
la presenté en. la Secre
taría:
de la Cámara ... En estos días lo único que interesaba en
la casa es
1a discusión .de actas. Las credenciales se agrupan en
actas limpias, graves y leves o menos graves. Para dicha clasi
ficación no
hay medida ni ley que rija. Se
hace a
ojo de buen
cubero, po,r no ~cribir irrespetuosamente '-'a tontas y a locas",
o a medida de la conveniencia
«Las izquierdas, presididas por Azaña, que ya en los escru
tinios definitivos y en segundas vueltas han apretado los tor
nillos ferozmente para
:asegurarse la mayoría, continúan forzando
la máquina
en
la Comisión de actas ... La minoría socialista se
ha reunido en una de las secciones de
la Cámara, acordando pe
dir al Gobierno la anulación de las actas de Granada para que
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ILEGITIMIDAD DEL GOBIERNO DE 1936
se celebren nuevas elecciones bajo el signo y dirección del Fren
te Popular». «Perdonará el lector mi insistencia y prolijidad en tratar de
las actas de Granada, lo que
hago solamente
apoyándome en el
proverbio castellano
de que «qµien conoce un reino» o en el
refrán, también españolísimo,
"para muestra
basta un
botón",
sino
porque este asunto fue el primer, disentimiento serio que
hubo parlamentariamente entre
faquierdas y
derechas. Saltando
sobre todo
moti'Vo legal,
dando como actas notariales, simples
documentos privados y sin querer siquiera examinar los
datós
aducidos
por nosotros,
resolvió la mayorfa "anular
por impre
sión moral" las actas de Granada».
«Examen objetivo de las elecciones: De un total de 13.528.609
inscritos con derecho a votar,
lo habían ~jetcido solamente
9.418.514. Wladimir Ormesson
apunta que la mitad exacta de
esta
votación, 4
. .570.000 sufragios, fue
favorable a
los partidos
de derecha, debiendo, añadirse a ellos por analogía los 340.000
sufragios que obtuvimos los centristas. El Frente Popular con
signó un
total de 4.350.000 según datos ministeriales, es decir,
que prácticamente, el Frente Popular estaba en minoría. Según
otro observador, aquellas elecciones generales registraron 200.000
votos
más en total para las, derechas que para las izquierdas.
¿En qué, pues, consistió que lograse aparecer con mayoría en
las Cortes? ... En el empleo de los
pl'9Cedimientos anulatorios
y
de fraude, con los cuales se
llegó a la
soñada supremacia parla
mentaria».
«El verdadero resultado de los comicios nos dice que si se
hubiera respetado el resultado de las urnas, el Parlamento hu
biese estado con escasa, muy débil diferencia, dividido entre de
rechas, centro
e izquierdas; pero
en modo
alguno hubiese dado
pretexto al avasallamiento de una mitad de
España por
la otra
mitad». «El 6 de marzo las turbas se desencadenan de nuevo con
inoendios, asesinatos
y saqueos. Madrid, Cádiz, La, Coruña, To
ledo,
Huesca, Ecija, Segovia, Badajoz, Jerez de la Frontera son
teatro de sucesos terribles...
Sabfase a ciencia cierta
que las ju-
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JOSE ANTONIO GARCIA NOBLEJAS
ventudes socialistas y comunistas recibían educación militar, dada
por oficiales de asalto.
'Por las
afueras
y también en Madrid se
las
veía evolucionar libremente ... muchos chavales iban arma
dos de pistolas y revólveres que exhibían entre sus amigos, con
inocente petulancia. A
mí me
las enseñaron, sonriendo, más de
de una
vez».
«En
Granada
y Cuenca celébranse comicios para reemplazar
las
actas anuladas, casi todas de derechas o centro ...
Cumple el
Gobierno
de tal modo su promesa de sinceridad electoral, que
después de escenas extraordinariamente violentas, los candida tos de derecha idos
a Granada
para
dirigir sus
elecciones, tienen
forzosamente que
renunciar a la lucha... por arte de birlibirlo
que se volatilizaron totalmente los
150 .000
sufragios que dos
meses antes recibieran las derechas». «Los demás candidatos de derecha
. en
las segundas vueltas
de diversos distritos callan vencidos por las izquierdas en elec
ciones tan
limpias como
las de
·Granada».
Toma del Gobierno por el Frente Popular.
«Antes de conocerse los resultados oficiales de las eleccio
nes el Frente Popular toma el poder, precedido por violencias. Gil Robles declara públicamente en la capital de España que
el deber del Gobierno es mantenerse en su puesto basta
termi
nar
los escrutinios, saberse el resultado· de las elecciones
y pre
sentarse después a las nuevas Cortes». «Esto era evidentemente lo legal, parlamentario y
constitu
cional.
Pero estábamos a 18. Los escrutinios de las Juntas del
censo serían el día 20. ¿Entonces? Entonces se produce un plan
te en el penal de Burgos.
Hay disturbios callejeros en Madrid,
Valencia, Murcia
y Alicante».
«En las elecciones de
ningún Parlamento del mundo se co
nocen inmediatamente los resultados oficiales, sino que es pre ciso aguardar tanto a la serena
y detallada computación de los
votos por Juntas especiales de escrutinio, como a los resultados
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ILEGITIMIDAD DEL GOBIERNO DE 1936
de segundas vueltas ... La más rigurosa lógica-y el deber elemen
tal
de respeto a la
ley imponían 1a espera hasta conocer el re-
sultado
final».
. ,¡ , -
«Pero... no fue así. Las izquierdas _ no querían aguardar al
término legal de las elecciones. En Barcelona es nombrado Go
bernador
el señor Moles, amigo de Azaña, y no sólo el Alcalde,
sino también parte de los concejales separados-por el movimiento
revolucionario de
octubre, toman
posesión nuevamente de sus
antiguos puestos. En Granada un grupo de dirigentes se
pre
senta
al
Gobernador civil
pidiendo les
entregue el
gobierno en
seguida».
«Portela declara el martes 18 que
hasta el jueves 20 no se
sabrá el verdadero resultado de las elecciones celebradas,
sin
contar con que habrán de celebrarse segundas vueltas en muchas
provincias».
«¿Qué hará
Portela? ¿Resistirá el alud turbulento como es
su deber? ¿Aguantará también D. Niceto? ¿Triunfará
la violen
cia
sobre la legalidad?
Los madrugadores se desayunan el día 19
con
la nueva extendida ·por el peri6dico El Socialista de que el
Frente Popular pide sin espera el poder. Este procedimiento es
revolucionario a tocias luces. Lo legal es aguardar, pero ...
».
«Mientras tanto D. Niceto, quien resueltamente afirma que
debe supeditarse
la entrada del Frente Popular en el poder a la -
reunión de Cortes, forcejea con Portela, el cual quiere irse a
tocia costa, sin atender argumentos de
ninguM especie. ¿Cuál
podía -
ser la raz6n de este deseo testarudo de Portela, por di
mitir enseguida?».
«La suposición de falta de aplomo para
resistir_ la algarabía
callejera, versión que se ha propalado mucho, no parece
vero
símil
en hombre cuyo valor estaba reiteradamente probado.
Ene
tonces,
¿cuáles eran las
misteriosas causas que le obligaban a la
declinación prematura del poder? ¿Qué
secretas influencias po
dían pesar sobre este hombre entero? Enigma que acaso descifre
la historia algún dia».
(Los
subrayados son· nuestros).
«Portela había
dimitido
yá irrevocablemente. Y Alcalá Za-
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JOSE ANTONIO GARCIA NOBLEJAS
mora des,pués de reprocharle falta de coraje, deserción de sus de
beres, se veía obligado a entregar el
poder al Frente Popular».
«El día 20 se despertaron los madrilefios con
la novedad
de
·que se
anunciaba inminente un Gobierno de Frente Popular pre
sidido por Don Manuel Azaña».
Destitución del Presidente de la República.
«El Gobierno del Frente Popular se dispuso a realizar la
decapitación del Presidente de la República, utilizando el articu
lo 81 de
la Constitución, arma que habían afilado las derechas,
pero
que iba a servir a las izquierdas
para lo
que ellas
llamaban
«ejecución de altas
justicias».
Según el ya célebre artículo, el Presidente de la
Repúblics
''podrá
disolver las Cortes
hasta. dos
veces durante su mandato".
En el caso de segunda disolución, el primer acto de las nuevas
Cortes será
examinar y
resolver sobre la necesidad del Decreto
de disolución de Ias anteriores. El voto desfavorable de
Ja ma
yoría
absoluta
de las Cortes llevará anexa la destitución del Pre
sidente». «El 3 de abrll preséntase a
las· Cortes
del Frente
Popular la
moción
adobada por las derechas. Ahora la hacian suya los
di
putados
izquierdistas. El Congreso, cuya mayoría era de Azaña,
resolvió la consulta afirmando, naturalmente, que el Presidente
no podía ya
disolver el Parlamento por estar agotadas las pre
rrogativas que para ello le
concedia la
Constitución».
«Remarquemos,
también, siempre
en procura de la objetivi
dad de nuestra narración, que el consejo de
disolver se
lo ha
bían dado al Presidente y venian dándosele en todas las crisis
del
bienio· derechista,
precisamente y con unanimidad las izquier
das, que
.hora le
reprochaban
la disolución aconsejada tan reite
rada.mente por
ellas».
«Si el Presiente no
debla ni podía disolver,
¿por qué le
instaron las izquierdas a la
segunda disolución?
¿Es que ellas,
.,.¡ aconsejarle el acto, no se hicieron moralmente. solidarias? Y
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ILEGITIMIDAD DEL GOBIERNO DE l9J6
si éticamente era esa su posición, ¿por qué exigían responsabi
lidades?».
«A pesat de
la votación recaída, el
primet rna¡µstrado de la
República no acababa de despojarse por sí mismo de su alta
in.
vestidura. Se acentúa entonces la violencia contra él, destituyén
dole en la sesión
dd 7
de abril» .
• * *
Las anteriores coinsideraciones. formuladas por don Mdchor
Almagro
llevan aparejada la conclusión o resumen que apare
ce en uno de los párrafos de su obra: «Todo
poder, para ser legal, necesita la legitimidad de ori
gen. El
dd Frente
Popular se apoderó de la
Cámara y dd Go
bierno, como es notorio, antes de que se supiera oficial y jurídi
caniénte quién había triunfado
en las elecciones del
l(i de
fe
brero. El poder
lo consiguieron, no por d resultado de las urnas,
sino con violencia y amenaza en las calles. Esto lo sabe todo
d
mundo.
En cuanto a la otra palanca de mando de la República,
o sea, la presidencia de ésta, se logró por
la retorsión dd artícu
lo 81 de la Constitución, basándose sobre la inmoralidad de acu
sat al
Presidente aquellos mismos que aconsejaron la acción ata-
. cada,
o sea, la disolución de la Cámara. Esto es indudable. Son
hechos
y no opiniones».
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