Índice de contenidos
Número 305-306
Serie XXXI
- Textos Pontificios
- Noticias
- Notas
- In memoriam
-
Estudios
-
¿Hacia un nuevo orden mundial?
-
Filosofía política y ciencias políticas
-
Estado de naciones, nación de estados, nación de naciones
-
Democracia y Constitución
-
Constitución española y realidad política (Apuntes críticos en torno a la aplicación cotidiana de la Constitución española en sus primeros doce años de vigencia)
-
El concepto de «guerra justa» en relación con la unidad de los pueblos europeos
-
El poder y la libertad
-
Concepto y metodología de la ciencia histórica (I)
-
-
Información bibliográfica
-
Luis María Sandoval Pinillos: Cuando se rasga el telón
-
Francisco Elías de Tejada: Historia de la literatura política en las Españas
-
Carlos Cardona: Ética del quehacer educativo
-
AA.VV.: Libertad, vida, cultura y ciencia. Memoria del Primer Foro «Juventud Positiva»
-
Francis Fukuyama: El fin de la historia y el último hombre
-
José Manuel Blanco-Ons: Luis de Trelles y Noguerol (1819-1891)
-
Salvador Abascal: La Revolución mundial. De Herodes a Bush
-
Rafael García Serrano: Cantatas de mi mochila
-
Florentino del Valle, S.J.: Sisinio Nevares S.J., realizador y guía en la encrucijada social del siglo XX
-
- Crónicas
Autores
1992
La Contrarrevolución (Ante la XXXI Reunión de amigos de la Ciudad Católica)
LA CONTRARREVOLUCION
(ANTE LA XXXI REUNIÓN DE AMIGOS-DE LA CIUDAD CATÓUCA)
POR
E. DE CARoNTE
¿La con.trarrevoluci6n? ¿Podemos en la última década del si
glo xx seguir manteniendo criterios y posturas que tuvieron ,pleno
vigor
en el ){IX? ¿No nos empeiiaremos ,en anclarnos en el pasado,
sin querer comprender el curso actual de la historia? ¿Quién
sabe en nuestros días lo que fue la contran:evolución y, sobre
todo, quiénes pueden, hoy compartir las ideas de una
contrarre
voluci6n actual?
Sin duda podríamos consignar buen número de objeciones como
las transcritas para convocar la próxima Reunión de amigos de_ la
Ciudad Católica con ese tema principal
romo objeto de estudio;
sin embargo, nos parece que
Jo_s obstáculos basados en «la situa
ción actual de
la historia de las sociedades», en,-laJalta de cono,
cimiento y comprensión por parte de nuestros contemporáneos
de lo que significa la contrarrevolución, máxime -como proyec
ción formativa, educativa
y de acción práctica, · no son otra tosa
que, parádojas de la vida, la confirmación de la necesidad de re
flexionar sobre esa cuestión. Y creemos que quienes participan
en mayor
o menor medida en nuestro combate cultural (1 ), d en
actividades dirigidas al restablecimiento de una sociedad cristiana,
comprenderán fácilmente que, hoy
más que nunca, es preciso tra
tar un tema que ha definido
. durante más de doscientos años a
cuantos
se han opuesto a la Revolución francesa y a_ las conse
cuencias que generó.
(1) Cfr. JEAN OussET, «Nuestro combate cultural», en Verbo, núm. 81-
82 (1970), págs. 59-74.
Verbo, núm. 305-306 (1992), 495499 495
Fundaci\363n Speiro
E. DE CARONTE
Cuando hace tres años dedicamos una Reunión a meditar so
bre dos fechas trascendentales, que tuvieron consecuencias diame
tralmente diversas, 589 y 1789 (2), quedó suficientemente claro
que las sociedades de hoy
día ligadas cultural y políticamente a
la Francia revolucionaria, viven irunersas en una doble herencia;
¡¡ero d legado de la Revolución francesa, pesa, desgraciadamente,
mucho
más que la tradición cristiana. Esta ha sido expulsada
prácticamente
de la vida social y¡ .desde luego, de la vida política
oficial. En consecuencia, más que nunca se hace necesario intentar
liberamos del lastre
de aqu~l legado y .conseguir el retorno a aque
lla tradición.
Al conmemorar los treinta· años. de nuestra revista Verba y
de ·nuestras Reuniones de amigas de la Ciudad Católica, Cante:
ro (3) .destacaba que quienes creyeran que tras la caída del co
munismo en Europa nuestra labor había perdido motivación, no
hablan comprendido la esencia
de la Revolución. En las páginas
que siguen a estas reflexiones, Luis
María Sandoval, cOn 55 tesis
sabre la contrarrevolución, quintaesencia sus anteriores Conside
raciones sobre la contrarrevolución ( 4) -cuya relectura recomen
damos-, y contribuye a explicar ¡,or qué necesitamos reflexionar
sobre
la contrarrevolución.
No
se trata de anclarnos en un pasado· que no volverá; somos
conscientes .le ello y la nostalgia no es quien mueve nuestros
eotazones. Por el contrario, fieles a nuestra condición de católicos
comprometidos en la difusión y enseñanza de la doctrina social
de
la Iglesia para que El reine (5), creemos que no hay más que
un camino ¡,ara ello: la profesión integral de nuestra fe y, por
(2) Cfr. E. CANTERO, «589-1789>; Verbo, núm,. 271-272 (1989), págs. 9-
14; véanse los núms. 279-280 (1989), monogrMico sobre el III Concilio de
Toledo. y 281-282 y 283-284 (1990), monográficos sobre. la Revolución fran
cesa.
(3) E. CANTERO, «A. los treinta años», Verbo, núm. 301-302 (1992),
págs. 10 y 15.
(4) L. M. SANDOVAL, «Consideraciones sobre .la contrarrevolución»,
Verbo, núm. 281-282 (1990), págs. 211-290.
(5) Cfr. El fundamental libro de JEAN ÜUSSET Para que El teine, Spei
ro, Madrid, 1961, 924 pigs.; 2.• ed., Speiro, Madrid, 1971; 452 págs.
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Fundaci\363n Speiro
LA CONTRA.RRBVOLUCION
ende, la oposición a todo aquello que, consciente o inconsciente
mente, tiende ilusoriamente a edificar la ciudad y la convivencia
de los hombres, sobre su propia voluntad, en lugar de
hacerlo
respetando la voluntad de Dios y siguiéndola.
Por este motivo, la Reunión, dentro
de su carácter general
formativo, presenta dos aspectos diferenciados: histórico y
doc
trinal.
En el aspecto histórico pretendemos conseguir una visión lo
más amplia posible de lo que
ha sidd la historia de la contrarre
volución. Para ello hay previsto ponencias sobre Francia, Italia
y Portugal, así
como sobre el balance interno y externo de las
tácticas moderadas
-si bien ceñido al caso de España-, y sobre
el combate cultural llevado a cabo por la prensa contrarrevolucio
naria en Europa; como quiera que
el tiempo no permite abarcar
en el
curso de la Reunión la amplitud de la contrarrevolución en
todos los países, en el volumen de
Verbo que reúna las áctas de
la Reunión,
se intentará publicar estudios sobre la contrarrevolu
ción española carlista y la
no carlista, en Hispanoamérica, así
como en Escocia, Inglaterra,
Bélgi.ca, Renania y Suiza.
En el aspecto doctrinal, una introducción general, seguida de
sendas ponencias sobre lo que se entiende por Revolución y por
Contrarrevolución, prépararán las conferencias sobre el deber cris
tiano de la militancia contrarrevolucionaria, su carácter docttinal
y pedagógico, la nueva evangelización en relación con ella, la ac
titud de la Iglesia frente al «mundo moderno» y la vigencia de
la política cristiana.
Con ello pretendemos mostrar la importancia de la contrarre
volnción
por su extensión espacio-temporal, lo que nos ayudará
a comprender que
no fue cosa de unos pocos, locos, románticos
o nostálgicos, incapaces de acomodarse a los· n:uevos _tiempos, y
servirá de ac:icate para sentirse piadosa y filialmente unidos a
ellos ( 6
), en un combate que no ha terminado y que no puede
sino incrementarse.
(6) Cfr. L. M. SAffiJOVAL, «El espíritu tradicional», Verbo, núm. 301-
302 (1992), págs. 81-91.
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Fundaci\363n Speiro
E. DE CARONTE
Con ese ánimo os convocamos a todos y os pedimos que pro
curéis invitar a cuantos, conociendo o no nuestra tarea, pueden
beneficiarse de una Reunión que
no pretende más que mostrar
que la oposición a Nuestro Señor Jesucristo debe y puede ser
combatida
-incluso con éxito--; y especialmente a qnienes, con
otra vocación, sin embargo, procuran también
la recristianización
auténtica de la sociedad, labor que, aunque puedan ignorarlo
-y
a algunos les pese--, es contrarrevolucionaria.
La obligación de procurar un mundo no sólo más cristiano y,
por ende, menos egoista y materialista, sino simplemente cristiano
a secas, empezando por nuestra
propia sociedad, no es un plus
sobreañadido a nuestra condición de católicos, sino un imperativo
neoesario e imprescindible derivado de esa condición. La
nueva
evangelózación a la que Juan Pablo II se refiere con frecuencia,
es una exhortación a todos los católicos, y muy especialmente a
los seglares. Cada vez que rezamos
el Canfiteor, nos acusamos
de, nuestros innumerables pecados, y entre ellos los
de omisión.
Deberíamos reflexionar algo más sobre este aspecto de nuestra
vida, para decidimos
a militar que es lo que todo católico esta
obligado
a hacer.
Nuestra labor, como tantas veces
hemos repetido (7), es una
labor asistencial, que
no requiere militar en nuestras filas, enten·
dido esto en el sentido restringido de
Verbo o Speira; quienes
acuden a
las Reuniones de amigos de la Ciudad Católica, no pier
den en absoluto su especificidad. Por ello, porque no hay que
pertenecer, está abierto a todos aquellos que si pertenecen a otras
grupos y a esos mismos grupos. Las Reuniones de amigos de la
(7) Cfr, JUAN VALLE't DE GoYTISOL01 «Qué somos y cuál es nuestra
tarea», Verbo, núm. 151-152 (1977), págs. 29-50 y «Eugenio Vegas y la
Ciudad Católica», Verbo, núm. 239-240 (1985), págs. 1.191-1.207; GERMÁN
ALVAREZ DE So'I'OMAYOR y CAsTR01 «Nuestras XXV primeras reuniones de
la Ciudad Católica•, Verbo, núm. 249-250 (1986), págs. 1.135-1.141; E. CAN·
TERO, «¿Qué es la Ciudad católica?», Verbo, núm. 235-236 (1985), págs. 529.
543, «Veinticinco afios de Verbo», Verbo, núm. 249-250 (1986), págs. 1.142·
1.152,
«A los treinta afios», Verbo, núm. 301-302 (1992), págs. 7-16;
M. AYUSo, «El lugar intelectual de Verbo», Razón Española, núm. 22 (1987),
págs.
205-216.
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Fundaci\363n Speiro
LA CONTRA.RREVOLUCION
Ciudad Católica son el lugat de encuentro de grupos diferentes
y de personas que no están adscritas a ninguno, en el que, con
toda libertad,
se participa durante tres días en una labor de for
mación y de intercambios recíprocos.
Esperamos, pues, de
vuestra probada fidelidad en la asisten
cia a nuestras Reuniones, que un año más nos veremos --esta
vez en Madrid-con redoblados ánimos y con nuevos asistentes
a los que habréis «empujado» a venir;
y que aquellos que han
descubierto recientemente nuestra labor, respondan a esta con
vocatoria y acudan a ella, con el convencimiento de que no se
sentirán extraños ni defraudados.
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(ANTE LA XXXI REUNIÓN DE AMIGOS-DE LA CIUDAD CATÓUCA)
POR
E. DE CARoNTE
¿La con.trarrevoluci6n? ¿Podemos en la última década del si
glo xx seguir manteniendo criterios y posturas que tuvieron ,pleno
vigor
en el ){IX? ¿No nos empeiiaremos ,en anclarnos en el pasado,
sin querer comprender el curso actual de la historia? ¿Quién
sabe en nuestros días lo que fue la contran:evolución y, sobre
todo, quiénes pueden, hoy compartir las ideas de una
contrarre
voluci6n actual?
Sin duda podríamos consignar buen número de objeciones como
las transcritas para convocar la próxima Reunión de amigos de_ la
Ciudad Católica con ese tema principal
romo objeto de estudio;
sin embargo, nos parece que
Jo_s obstáculos basados en «la situa
ción actual de
la historia de las sociedades», en,-laJalta de cono,
cimiento y comprensión por parte de nuestros contemporáneos
de lo que significa la contrarrevolución, máxime -como proyec
ción formativa, educativa
y de acción práctica, · no son otra tosa
que, parádojas de la vida, la confirmación de la necesidad de re
flexionar sobre esa cuestión. Y creemos que quienes participan
en mayor
o menor medida en nuestro combate cultural (1 ), d en
actividades dirigidas al restablecimiento de una sociedad cristiana,
comprenderán fácilmente que, hoy
más que nunca, es preciso tra
tar un tema que ha definido
. durante más de doscientos años a
cuantos
se han opuesto a la Revolución francesa y a_ las conse
cuencias que generó.
(1) Cfr. JEAN OussET, «Nuestro combate cultural», en Verbo, núm. 81-
82 (1970), págs. 59-74.
Verbo, núm. 305-306 (1992), 495499 495
Fundaci\363n Speiro
E. DE CARONTE
Cuando hace tres años dedicamos una Reunión a meditar so
bre dos fechas trascendentales, que tuvieron consecuencias diame
tralmente diversas, 589 y 1789 (2), quedó suficientemente claro
que las sociedades de hoy
día ligadas cultural y políticamente a
la Francia revolucionaria, viven irunersas en una doble herencia;
¡¡ero d legado de la Revolución francesa, pesa, desgraciadamente,
mucho
más que la tradición cristiana. Esta ha sido expulsada
prácticamente
de la vida social y¡ .desde luego, de la vida política
oficial. En consecuencia, más que nunca se hace necesario intentar
liberamos del lastre
de aqu~l legado y .conseguir el retorno a aque
lla tradición.
Al conmemorar los treinta· años. de nuestra revista Verba y
de ·nuestras Reuniones de amigas de la Ciudad Católica, Cante:
ro (3) .destacaba que quienes creyeran que tras la caída del co
munismo en Europa nuestra labor había perdido motivación, no
hablan comprendido la esencia
de la Revolución. En las páginas
que siguen a estas reflexiones, Luis
María Sandoval, cOn 55 tesis
sabre la contrarrevolución, quintaesencia sus anteriores Conside
raciones sobre la contrarrevolución ( 4) -cuya relectura recomen
damos-, y contribuye a explicar ¡,or qué necesitamos reflexionar
sobre
la contrarrevolución.
No
se trata de anclarnos en un pasado· que no volverá; somos
conscientes .le ello y la nostalgia no es quien mueve nuestros
eotazones. Por el contrario, fieles a nuestra condición de católicos
comprometidos en la difusión y enseñanza de la doctrina social
de
la Iglesia para que El reine (5), creemos que no hay más que
un camino ¡,ara ello: la profesión integral de nuestra fe y, por
(2) Cfr. E. CANTERO, «589-1789>; Verbo, núm,. 271-272 (1989), págs. 9-
14; véanse los núms. 279-280 (1989), monogrMico sobre el III Concilio de
Toledo. y 281-282 y 283-284 (1990), monográficos sobre. la Revolución fran
cesa.
(3) E. CANTERO, «A. los treinta años», Verbo, núm. 301-302 (1992),
págs. 10 y 15.
(4) L. M. SANDOVAL, «Consideraciones sobre .la contrarrevolución»,
Verbo, núm. 281-282 (1990), págs. 211-290.
(5) Cfr. El fundamental libro de JEAN ÜUSSET Para que El teine, Spei
ro, Madrid, 1961, 924 pigs.; 2.• ed., Speiro, Madrid, 1971; 452 págs.
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ende, la oposición a todo aquello que, consciente o inconsciente
mente, tiende ilusoriamente a edificar la ciudad y la convivencia
de los hombres, sobre su propia voluntad, en lugar de
hacerlo
respetando la voluntad de Dios y siguiéndola.
Por este motivo, la Reunión, dentro
de su carácter general
formativo, presenta dos aspectos diferenciados: histórico y
doc
trinal.
En el aspecto histórico pretendemos conseguir una visión lo
más amplia posible de lo que
ha sidd la historia de la contrarre
volución. Para ello hay previsto ponencias sobre Francia, Italia
y Portugal, así
como sobre el balance interno y externo de las
tácticas moderadas
-si bien ceñido al caso de España-, y sobre
el combate cultural llevado a cabo por la prensa contrarrevolucio
naria en Europa; como quiera que
el tiempo no permite abarcar
en el
curso de la Reunión la amplitud de la contrarrevolución en
todos los países, en el volumen de
Verbo que reúna las áctas de
la Reunión,
se intentará publicar estudios sobre la contrarrevolu
ción española carlista y la
no carlista, en Hispanoamérica, así
como en Escocia, Inglaterra,
Bélgi.ca, Renania y Suiza.
En el aspecto doctrinal, una introducción general, seguida de
sendas ponencias sobre lo que se entiende por Revolución y por
Contrarrevolución, prépararán las conferencias sobre el deber cris
tiano de la militancia contrarrevolucionaria, su carácter docttinal
y pedagógico, la nueva evangelización en relación con ella, la ac
titud de la Iglesia frente al «mundo moderno» y la vigencia de
la política cristiana.
Con ello pretendemos mostrar la importancia de la contrarre
volnción
por su extensión espacio-temporal, lo que nos ayudará
a comprender que
no fue cosa de unos pocos, locos, románticos
o nostálgicos, incapaces de acomodarse a los· n:uevos _tiempos, y
servirá de ac:icate para sentirse piadosa y filialmente unidos a
ellos ( 6
), en un combate que no ha terminado y que no puede
sino incrementarse.
(6) Cfr. L. M. SAffiJOVAL, «El espíritu tradicional», Verbo, núm. 301-
302 (1992), págs. 81-91.
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Fundaci\363n Speiro
E. DE CARONTE
Con ese ánimo os convocamos a todos y os pedimos que pro
curéis invitar a cuantos, conociendo o no nuestra tarea, pueden
beneficiarse de una Reunión que
no pretende más que mostrar
que la oposición a Nuestro Señor Jesucristo debe y puede ser
combatida
-incluso con éxito--; y especialmente a qnienes, con
otra vocación, sin embargo, procuran también
la recristianización
auténtica de la sociedad, labor que, aunque puedan ignorarlo
-y
a algunos les pese--, es contrarrevolucionaria.
La obligación de procurar un mundo no sólo más cristiano y,
por ende, menos egoista y materialista, sino simplemente cristiano
a secas, empezando por nuestra
propia sociedad, no es un plus
sobreañadido a nuestra condición de católicos, sino un imperativo
neoesario e imprescindible derivado de esa condición. La
nueva
evangelózación a la que Juan Pablo II se refiere con frecuencia,
es una exhortación a todos los católicos, y muy especialmente a
los seglares. Cada vez que rezamos
el Canfiteor, nos acusamos
de, nuestros innumerables pecados, y entre ellos los
de omisión.
Deberíamos reflexionar algo más sobre este aspecto de nuestra
vida, para decidimos
a militar que es lo que todo católico esta
obligado
a hacer.
Nuestra labor, como tantas veces
hemos repetido (7), es una
labor asistencial, que
no requiere militar en nuestras filas, enten·
dido esto en el sentido restringido de
Verbo o Speira; quienes
acuden a
las Reuniones de amigos de la Ciudad Católica, no pier
den en absoluto su especificidad. Por ello, porque no hay que
pertenecer, está abierto a todos aquellos que si pertenecen a otras
grupos y a esos mismos grupos. Las Reuniones de amigos de la
(7) Cfr, JUAN VALLE't DE GoYTISOL01 «Qué somos y cuál es nuestra
tarea», Verbo, núm. 151-152 (1977), págs. 29-50 y «Eugenio Vegas y la
Ciudad Católica», Verbo, núm. 239-240 (1985), págs. 1.191-1.207; GERMÁN
ALVAREZ DE So'I'OMAYOR y CAsTR01 «Nuestras XXV primeras reuniones de
la Ciudad Católica•, Verbo, núm. 249-250 (1986), págs. 1.135-1.141; E. CAN·
TERO, «¿Qué es la Ciudad católica?», Verbo, núm. 235-236 (1985), págs. 529.
543, «Veinticinco afios de Verbo», Verbo, núm. 249-250 (1986), págs. 1.142·
1.152,
«A los treinta afios», Verbo, núm. 301-302 (1992), págs. 7-16;
M. AYUSo, «El lugar intelectual de Verbo», Razón Española, núm. 22 (1987),
págs.
205-216.
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Ciudad Católica son el lugat de encuentro de grupos diferentes
y de personas que no están adscritas a ninguno, en el que, con
toda libertad,
se participa durante tres días en una labor de for
mación y de intercambios recíprocos.
Esperamos, pues, de
vuestra probada fidelidad en la asisten
cia a nuestras Reuniones, que un año más nos veremos --esta
vez en Madrid-con redoblados ánimos y con nuevos asistentes
a los que habréis «empujado» a venir;
y que aquellos que han
descubierto recientemente nuestra labor, respondan a esta con
vocatoria y acudan a ella, con el convencimiento de que no se
sentirán extraños ni defraudados.
499
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