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Número 305-306

Serie XXXI

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Festividad de San Fernando 1992

FESTIVIDAD DE SAN FERNA.l~O 1992
En este año de 1992, tras ver publicado a finales del pasado
el número 300
de nuestra revista -¡treinta años¡-, y tras haber
celebradd, en Sevilla y sobre
el V Centenario del Descubrinúento
y
la Evangelizaci6n de Am.¡rica, la XXX Reunión de amigos de
la Ciudad Católica,
la habitual reunión en honor de nuestro patrón
San Fernando
ha venido tocada de cierto aire festivo.
La Santa Misa fue celebrada, en el Convento de Santo Do­
mingo el Real, por el padre Victorino Rddríguez, O. P. El P. Vic­
torino, siempre
tan delicado con nosotros, nos volvió a dar una
muestra de su generosidad.
En su homilía, tras glosar los textos
litúrgicos en cotejo con
la filosofía y teología de Santo Tomás de
Aquino, tuvo también unas cariñosas palabras para nuestra labor.
Nuestra
gratitud al eximio amigo.
Luego, los
amigos que iban llegando al «Manila» para la tra­
dicional cena se encontraron con
la sorpresa de una novedad edi­
torial: Cuando se rasga el tel6n, el libro verdaderamente excepcio­
nal
de Luis María Sandoval. Quienes hacemos Verbo siempre
lamentamos lo que tarda Luis
en sacar piezas de su telar, pero
una vez han nacido
no podemos sino congratulamos de la espera.
A los postres, y
no sin que el speaker repasara los libros de
S peiro que últimamente han visto la luz -Juan Pablo II y los
derechos humanos, Cuestiones de
bioética, La información, Estu­
dios de antropolog!a teológica,
además del recién mencionado--,
hicieron uso
de la palabra nuestros queridos amigos Juan Cayón
y Julián Gil
de Sagredo. Una vez más, esta vez en sus personas,
se demostró la esencial coincidencia en
la obra de la Ciudad Ca­
tólica
por encima de generaciones. Así, Juan Cayón, una de nues­
tras últimas y brillantes adquisiciones
-estoy seguro de que no
ha pasado inadvertida la aparición de su firma en Verbo--, puso
la nota
entusiasta y juvenil, al tiempo que Julián Gil de Sagredo,
con su peculiar y hasta apabullante estilo, nos hablaba desde la
perseverancia.
Entusiasmo y perseverancia que han de recorrrer
de consuno nuestras vidas, si
no queremos fallarle a Dios Nuestro
Señor siendo infieles a
la vocación que nos ha dado.
A continuación, y de
acuerdo con la costumbre de tantos años,
reproducimos los discursos. Ello nos hace gracia de pretender glo-
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FESTIVIDAD DE SAN FERNANDO 1992
sarlos o resumirlos, al tiempo que permite a aquellos que no nos
pudieron acompañar sumarse de este modo a la celebración.
M.A.
DISCURSO DE JUAN CAYON
Queridos maestros_ y compañéros,. queridos amigos:
Ei fiará . mi un i'nmenso" honor et dirigirme a 'DOSotYos .cOn Q~asión
de -ta Pesti'Didad de nuestro patrono San Fernando que celebramos hoy
con tres dias de adelanto, pero antes de nada debo solicitar 'Ouestra
,;Omprensión, pues, como bien sabéis quienes habéis pasado por este
trance, es
difitjl y r,ie atreveria a decir q'!'e has_ta_ pretencioso, intentar
ser original O al menos contar,os algo que no dominéis mucho mejor
que quien os habta. Desde aquí-mis disculpas por anticipado.,
No obstante, y como quiera que siguiendo con to que se-'Da a con­
'Dertir en tradición a fuzgar por. lo que· Miguel -Ayuso nos contaba et
año pasado
y este a_ño he expffimenta.do yo mismo,_ me «ha tocado_»
dirigiros ta palabra aun_que s6_~o sea por ,!altar a fa reuni6n de los
martes; procuraré
al menos ser · brefJe en mis reflexiones p_ara no abu-rriros demasiado. ·
Echando un vistazo a tos discursos· de -añoS anteriores recogidos en
ta colección de Verbo, uno se encu~tra co~ _el estudio de· la figura de
San
Ferna_ndo _desde casi_ ,toáas tas perspecti'Qas p_osibles. Algu_nos se
centraron en los datos histórico-biográficos, otros en resaltar las virtu­
des del santo;. casi todos buscaban y en buena medida to conseguían~
pa,angpnar
la si.tuaci6n (le cada momento .en un campo -concreto con
aquella que seria más acorde _-con ta DoctritJ,a ,de la lgte_.sia pqra-pQder
así clarificar nuestros objetivps y_ met_qs como p,etendientes que somos
del Reinado de
Cristo en ta tie"ª· ·
No
'Voy a .hacer yo otra cosa, coincideñdo · además· co'n un "año tan
ceteb,ado como es en et que estamos .. Sin -entrar por aho,a en algunos
de los motivos dtl 'Defdadera celebraci6rJ. para nosotros a tos que más
tarde. haré ,eferencia, en efecto, 1992 se-ha. con'Vertido en un año cla­
ve para España, o lo que· queda de etltr1 y así nos lo .,ecuerdan, por
doquier,
en ta prensa, radio y televisión· con insistencia ya demasiado
reiterativa. En Sevitfa ta -Exposición Uni'Versal, en Barcetona tos Juegos
Olimpicos
y. Madrid .es ni más ni meno_s que la Capital de . ta Cultura­
de eso que lláman _Europa, pero todo ello, ca,ente de verdadero con­
tenido porque se
tlf!'lJa a· cabo sin contar con Dios. San Fernando ·nos'
enseñó cómo et_ único centro de·· nuestra 'Oida d'ebe ser Dios, y es Et.,
Dios~ quien debe orientar nuestro· proceder en ··todo· to ·que haga~os.,
como orientó en todo momento la 'Vi(ia y muerte de nuestro único rey
san~o. Asi lo IJ,an entendido tradicionql'lnentr nuestros gobernantes y
así _lo ha enseñado _-siemp,:e nuestra madre la_ Iglesia, _ siendo -asumido
de
generación en generación-por· España -·entera. Sin embargo, hoy,
basta
_co,i re'Oisa, por· encima algunos -de tos· aspectos más impottantes
la
«civilizaciónJJ ,imperante. para damos cuenta de que· hemos dejado
de lado at
C_reado, para ·adqra, a tos nuevos be_cerros de_ oro que desde
las páginas de
nuestra re'Oista han sido tantas 'Oeces recotocados en ta
posición que les corresponde.
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