Índice de contenidos

Número 305-306

Serie XXXI

Volver
  • Índice

Discurso de Juan Cayón [San Fernando 1992]

FESTIVIDAD DE SAN FERNANDO 1992
sarlos o resumirlos, al tiempo que permite a aquellos que nd nos
pudieron acompañar sumarse
de este modo a la celebraci6n.
M.A.
DISCURSO DE JUA.N CAYON
Queridos maesti:os y compañeros,_. queridos amigos:
Es·· pará _mí un inmenso h_onor el diTigirt'ne a vosotros con ocasión
de
-la Festi1Jidad de nuestro patrono San Fernando que celebramos hoy
con tres días de adelanto,
pero antes de nada debo solicitar · vuestra
comprensión, . pues,
co.mo bien -sab.éis quienes habéis pasado po.r este
trance, es
dificil y me atre'Oeria a_ decir -que hasta pretencioso, _intentar
ser original o al menos contaros algo que no dom_inéis mucho mejor
que quien
os habla. Desde aqui mis disculpas por anticipado.·
No obstante, y como quiera que siguiendo con lo que se-va a co,i­
'Oertir-en tradición a fuzga, por. lo que· Miguel Ayuso nos contaba el
año pasado y este año he experimentado yo mism,;,, me «ha tocado»
dirigiros
ta palab,a ·aunque_ sólo sea -por falta, a ta reunión de tos­
martes; p,ocuraré al menos ser b,eve en mis reflexiones p_ara no abu­
rriros
demasiado.
Echando un
'Oistazo a los discursos de años .anteriores recogidos en
ta colección
de Verbo, uno se en_~fntra ·con _el estudio de· la figura de
Sa,n Fern'!ndo desde casi Jodas tas_ perspecti'qas p_osibles. Algur,._os se
tentraron en los datos histórico-biográficos,_ otros en resaltar tas virtu­
des del santo; casi todos -buscaban y en buena medida lo conseguian,
parangona, la
situación . de cada momento .en un campo concreto con
aquella que
seria más. acorde con ta Doctri1'a .de ta Iglesia para _poder
así· clarificar nuestros obje-tiv_os ·y metas como Pretendientes que somos
del -Reinado
de Cristo en ta · tie"ª· ·
No 'lJoy a .hacer yo otra cos_a, coincidehdo· además con un··áño tan
celebrado
como es. en et que estamos. Sin-entrar por ahora en algunos
de los
motivos de verdadera celebración para nosotros a los que más
ta,de.
haré. referencia, en efecto, 1992 se· ha convertido en un año cla­
ve para España, o lo que' queda de ella, y así nos to ,recuerdan, por
doquier, en la prensa, radio y televisión· cán insistencia ya demasiado
reiterativa.
En Sevilla la Exposición Universal, en Barcelona los Juegos
Olimpicos
y Madrid es ni más ni menos que ta Capital de la Cultura­
d(! eso que lláman Europa, pe,ro todo_ étlo, carente (ie. 'Oerdadero con­
tenido
porque se lleva a· cabo sin canta, con Dios. San Fernando nos
enseñó cómo el único centro dii nuestra vida d"ebe ser Dios,. y es 'Et,
Dios,. quien debe:orientar nuestro proceder en ·todo lo que hagamos,
como
orientó en todo momento ta vi4a y muerte de _nuestro único rey
sant9.
Así lo han entendido tradit;ionalmente nuestros. gobernantes y
aSí lo ha enseñado siempte nuestra madre la _ lgtesfa, Siendo asumido
de generación en· generación· po, Espa~a --entera. Sin embargo, hoy,
ba_sta -con revisa, por encima algunos -de los aspectos más importantes
la
«civilización» imperante para darnos cuenta de que-hemos dejado
de lado al
C_reador para ·adorar a. los nUl!fJOS becerros de oro que desde
las páginas de
nuestra revista _han sido tantas veces _recolocados en la
posición que les corresponde. ·
752
Fundaci\363n Speiro

FESTIVIDAD DE SAN FERNANDO 1992
-Así, para citar sólo algunos e;emplos de entre tos que· se agolpan
en. la mente
de· todos, en. economía, nos está tocando vi'oir en un mun­
do en el que el· materialismo se ha apode1ado del hombre de manera
pavorosa, eri el que n.o importa nada ·quien. eres, sino cuánto tienes o
por cuánto
te 'llf!ndes. El modo comunista de éntender la economía ha
caído, al menos en ·teoría. pero sólo para ser suplantado por.un siste­
ma .. igualmente nefasto, lo que es. peor, en el que aun sin querer es
muy fácil verse inmerso .y convetirse en un peón más, en un mero
consumidor de todo aquello que nos quieren
vender .. En política, como
algunos
de los aquí presentes se han encargado de exponer. con mucha
más
brillantez de como lo pueda hacer yo, la democracia. entendida
como la
tiranía del número que ª"asa cualquier valor o principio
superior, pues todo menos ella misma es relativo, se concibe como la
única opción posible de modo que to que queda fuera
·de ella es re­
trógado, anticuado·
y ni siquiera· merece et. beneficio de ta libe1'tad de
expresión tan hábilmente
Utilizada y dirigida por ta corriente hoy do­
minant'!, La España de hoy.· quiebra radicalmente los valores que desde
tiempos inmemoriales imperaron
en occidente y así, par· ejemplo, la
conmemoración del descubrimiento y
IJ'Dangelización de América se
convi~rte en et. «encuentro entre · dos mundos», por el que todos los
españoles parece que deberíamos pedir pe,dón,
pues acabamos con el
paraíso indígena de los sacrificios en masa y el salvajismo más animal y po, ello menos humano.
No se, trata de ser apocatiptico pero· lo cierto es que si echamos un
vistazo a nuestro alrededor, lo que vemos se puede calificar de desas­
tre: atentados, paro, aborto, materialismo •... incluso si nos alargamos
demasiado, en esta . agradable reunión puede _.que algún piquete nos
«informe» la cara
po, na· respetar el derecho a la huelga que comienza
en unas '/wras.
¿Qué queda de aquella España que ayudó a forfflar San Fernando?
¿Qué
ha sido de esa España evangelizadora de la mitad del orbe, mar­
tillo de herejes, luz de Trento, espada de Roma y crina 'de San Ignacio
de la inexcusable ·cita de Me.néndez Pelayo? Los· principios políticos y
sociales tradicionales., que no eran otros que los de ta retigiOn .católica,
única 'IJerdaderaJ hoy se· han 40isto desplazados~ y· toda su rele'Oancia ha
decaído mientras se p,opagan la indiferencia religiosa, las· sectas y
otros movimientos más o menos . descafeinados si se me perniite la
expresión. a la
vez que el integrismo, pero de airas religiones que ·no
son la nuestra como es el caso del Islam, campa por sus respetos in­
cluso con el beneplácito de muchos católicos que no llegan a com­
prender que, por esencia, dichas posturas son. radicalmente incompati­
bles con
nU"-estra Fe. Asi lo entendió Stin Fernándo y así lo llevó a la
práctica reconquistando gran cantidad de ciudades del poder moro
para ofrecérselas a Dios. No digo que haya que retomar las armas
contra el infiel, pues sinceramente creo que por el momento no
es eso
lo que se espera de nosotros, pero lo· que sf debemos hacer es resistir
con firmeza ante el empuje
de aquellos. que nos quieren. conquistar
aunque sin armas, por medio de la propaganda
y el proselitismo, con
la ayuda o cuando menos. la no obstrucción de la mayotía. de los me­
dios de comunicación.
Una e11ónea concepción del ecumenismo y la
verdadera aunque oculta finalidad ·de la libertad religiosa tal y como·
se entiende en
ta . actualidad, están· socorriendo en su. labor, no sé si.
quizás con buena intención aunque desde luego con ·nefastos resulta" dos, a los enemigos de la Iglesia.
753
Fundaci\363n Speiro

FESTIVIDAD DE SAN FERNANDO 1992
No obstante, la nuestra es una lucha en ta que ta 'Oictoria final está
decantada desde el
principio.,. pues como católico no me cabe· ta menor
duda de que al final de los tiempos será Cristo quien 'Denza. No obs­
tante, esta
realidad no legitima posturas superficiales o de falta de
compromiso; de nada siNJe quedarse impasibles ante to que acontece
confiando en que Cristo triunfante
vendrá a hacer nuestro trabajo.
Por mi ;u'Oentud y mi inexperiencia, no soy et más apropiado para
dar consejos a nadie y mucho menos a tan selecto auditorio, pero creo
que resulta tnJidente que nuestro trabajo y estudio es fundamental para
conseguir
dia a dia que El reine. No cabe duda de que hemos a'Dan­
zado bastante: entre los moti'Dos de 'Derdadera alegria a que hacia
referencia hace
un rato tenemos entre otros et de haber celebrado
este año
ni más ni menos que la XXX Reunión de amigos de la Ciudad
Católica. Treinta años de trabajo
y de ilusiones. Treinta años en los
que por nuestro lado han pasado ·muchos de los grandes. maestros
y
pensadores de quienes todos hemos aprendido algo. Treinta años de
una
revista que, sin duda, es una de las más serias y ricas de todo el
panorama intelectual español y también internacional.
Pero no basta
con eso, sino que realmente hace· falta mucho más, que nos formemos
y ayudemos a tos demás a
formarse, que prosigamos con entusiasmo
en nuestra labor aunque
vayamos contra co"iente y sobre todo que
no
olvidemos nuestra misión en este mundo y et sentido que debe
tener todo to que hagamos. Se suele decir que en una
empresa 10· más
difícil
es comenzar, ya que luego 'Oiene todo rodado; en nuestra
particular empresa de
lograr el Reinado del Sagrado Corazón de Jesús
no cabe esta reflexión, pues lo difícil
es permanecer fieles a un ideal
sin decaer en et empeño
por ad'Dersas que sean tas condiciones a tas
que
haya que enfrentarse. Creo que es este et único camino pata lograr
lo que nos hemos propuesto: por un lado et trabaio constante que,
callado en muchas ocasiones pero con
,ooz firme y contundente en
otras, abone ta sociedad, desde ta-familia y el ámbito de influencia
de cada uno, para que en ella germine la Palaba que Otro sembró.
Por otro ta oración
y et perfeccionamiento individual que hagan de
nosotros dignos representantes de aquello en to · que creemos.
Ya
tQrmino. Sólo espero de corazón que estas palabras os animen
a continuar con esta labor
que nos hemos trazado y a la que en buena
medida hemos. consagrado nuestra
'Dida, pues es nuestro deber como
católicos y españoles. Que San Fernando nos ayude y que Dios Nuestro
Señor nos lo premie.
DISCURSO DE JULIAN GIL DE SAGREDO
Queridos amigos:
Aunque ta figura de San Fernando es polifacética, ya que fue gue-­
rrero, conquistador, gobernante, fundador, etc., creo que sobre todos
esos titulas resalta
su condición de político, por cuanto et bien común,
objeto de ta potftica,
es et que tu'Do presente San Fernando en sus
guerras, en ·sus conquistas, en sus fundaciones y en su gobierno en
general.
Y como ta 'Dirtud fñopia del potitico es la prudencia, os voy
a habla, esquemáticamente -sobre la prudencia en abstracto desde el
punto de
'lJista doctrinal y sobre la prudencia en et caso concreto de
San Fernando desde el punto de
'Dista pragmático.
754
Fundaci\363n Speiro