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Número 305-306

Serie XXXI

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Salvador Abascal: La Revolución mundial. De Herodes a Bush

INFORMACION BIBLIOGRAFICA
Abascal, Salvador: LA REVOLUCION MUNDIAL.
DE HERODES A BUSH (*)
Un nuevo libro de Salvador Abascal. Y como todos los suyos
belicoso, apasionado y muy interesante. La tesis no
es nueva. Se
trata de la lucha entre la gracia y el pecado, entre la Iglesia y
la Revolución desde
las primeras herejías, sobre las que pasa muy
someramente, hasta nuestros tiempos.
La historia del Méjico independiente, que tan bien conoce y
sobre la que tanto ha escrito, le sirve de hilo conductor en buena
parte de
la obra para exponer con toda claridad sus ideas. Itur­
bide, con cuya caída fracasó
el intento de levantar un ~ico ca•
tólico, el poder masónico y antiedesial personalizado en Gómez
Farías, Comonfort, Juárez y Lerdo de Tejada ... Los datos- que
acumula Abascal son definitivos. Y muy interesante su interpre­
tación del último período mejicano desde el Porfiriato hasta nues­
tros
dias. Los lectores se quedarán asombrados al conocer como
fueron verdaderamente los
héroes de la Revolución mejicana. Ma­
dero, Carta112a, con quien la Iglesia experimentó no ya el robo
y
la persecución, pues eso lo sabía ya desde hacía muchos años,
sino incluso el martirio y
a quien Méjico debe
la Constitución de
1917 que aún continúa vigente, Obregón, que al igual que Madero
y
Carra112a morirá asesinado, Calles, Cárdenas ... Fueron años trá­
gicos para el
Méjico católico.
Los últimos presidentes mejij;anos le dan ocasión para referirse
al progresismo eclesial
mejicano, muy parecido al de otras nacio­
nes y en concreto al que conocimos en España. Abascal, de indu­
dables convicciones tradicionalistas, que
algunos en ocasiones juz.
garán demasiado cerradas, se mostt6 sieinpre contrario, belicosa­
mente ccíntrario, a posiciones antipontificias bien
provinieran del
sacerdote
Sanz Arriaga y sus seguidores sedevacantistas o del ar­
zobispo Marce! Lefebvre. Su fidelidad al Papa fue siempre abso­
luta.
Dedica después sesenta páginas
-a Méjico se habían referido
las trescientas cincuenta y siete anteriores-- a la situación actual
del resto del mundo.
Con especial atención a España, a la que
se refieren doce páginas. En ellas demuestra Abascal escasa sim­
patía por nuestro monarca. Y a Francia, catorce páginas.
Pero
más que en esta parte la importancia del libro están en
su función desmitizadora de la revolución mejicana. En este te-
(*) Editorial Tradición, Méjico, 1992, 464 págs.
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INFORMA.CION BIBLIOGRA.FIC.A..
rreno Abascal es realmente demoledor. No queda títere con ca­
beza. Y nunca mejor empleado lo de títere.
FRANCISCO JosÉ FERNÁNDEZ DE LA CIGOÑA.
García Serrano, Rafael: CANTATAS DE MI MOCHILA (*)
El escritor navarro Rafael García Serrano murió el 12 de oc­
tubre, día de la Hispanidad, de 1988. En sus obras, de prosa
admirable -olvidadas hoy en gran parte por razones políticas, y
por la envidia, la cobardía, el odio y la infidelidad, corrientes en
España y, más aún, entre los «intelectuales»--, en sus obras,
digo, tantas veces laureadas, García
Serrano subrayó, especial y
precisamente, las virtudes contrarias a aquéllas malas cualidades
españolas; esos «demonios familiares», decía Franco, que nos
conclcía bien. En efecto, García Serrano, en casi todas sus obras,
destacó las virtudes de la generosidad, el valor, el amor y
la leal­
tad; todas estas aparecen constantemente dignificadas, enalteci­
das, casi en cada una
de las páginas de sus novelas, crónicas, en­
sayos y
artículos periodísticos. Desde «La fiel Infantería», hasta
«La gran
esperanza», pasando por «La ventana mira al ríó», «Cuan­
do los dioses nacían en Extremadura», y el estupendd «Dicciona­
rio
para un macuto», uno de los mejores libros que se han escrito
sob;¡, la guerra española 1936-1939, .García Serrano cantó todas
y cada una de aquellas virtudes; .precisamente las que predomi­
naron en su generación: la de
la Guerra de Liberación de España.
Pues así la entendió García Serrano, como trasfondo de
toda su obra literaria y aun
de toda su vida. Al final del libro
aquí
ri,censionado, escribe Jaime Campmany: «La entendió (la
guerra dicha) como una fiesta
de purificación, casi como un en­
cuentro a muerte entre canciones y esperanzas [
... J. Pudo ser
( García Serrano)
un deslumbrado o, tal vez, un iluminado; pero
para ser fanático le sobraba la ternura y el amor y la comprensión
hacia los que defendían las otras banderas». Sin embargo, pienso
yo que le traté bastante,
para ser iluminado o fanático, a Rafael
García Serrano le sobraba
la esperanz,i; pues siempre la tuvo en
su mente y en el
corazón, aun en los momentos en los que, paradó­
jicamente,
parecía escribir «con desesperanza». La razón de ello
pudiera encontrarse en
un pensamiento de Fray Luis de León en
su admirable traducción del
Libro de los Cantares: «No pierde
(*) Ed. Movierecord-Ediciones, Madrid, 1992, 246 págs., Sebastián El­
cano, 30. 28012 Madrid.
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