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Número 297-298

Serie XXX

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«Rerum novarum» y la tecnología nueva

MARCEL CLEMENT
sistema ligado, coherente y armónico sobre la base de un postula­
do que esté conforme con
el derecho natural, la sociología -y tras
ella todas las ciencias sociales-todavía se encuentra, como es­
cribió Alain en 1934, «en la edad de los magos y los mitos».
La doctrina social católica nos suministra los elementos de una
visión
de la realidad social susceptible de aportar a todos los inte­
lectuales un postulado que creo de una fecundidad excepcional.
Los estudiosos católicos, evidentemente, tienen, más que otros, la
ocasión
y el deber de explotar este postulado, de resaltar su fecun­
didad
y de fundar sobre el mismo una teoría explicativa de los
hechos sociales que se encontrará, así, de acuerdo con el orden de
las finalidades objetivas que existen en
la realidad natural. Es
además normal, tanto en sociología como en todas
las ottas cien­
cias, que el ascenso de la observación hacia el Creador confirme
la revelación de las verdades hecha por El a la criatura; es decir,
que el descubrimiento, a
la vez experimental y racional, del orden
natural, prueba los
imperativos de la moral revelada.
(Traducción de M. A. T.)
"RERUM NOVARUM" Y LA TECNOLOGIA NUEVA
POB.
F'REDERICK D. Wll.HELMSEN (*)
El mundo actual va hacia una descentralización a pasos forza­
dos. Este acontecimiento se debe a la imposición de la tecoología
y a la progresiva pérdida de la antigua técnica mecánica que mar­
caban la evolución de la revolución industrial.
En su día, ésta hizo
posible, entre ottas cosas, la masificación
y centralización econó­
mica y polltica que han definido el Estado moderno. La técoica
nueva, a saber, la electrónica, descentraliza por
sn esencia propia
(*) University of Dallas (Estados Unidos).
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«RERUM NOVARUM» Y LA TECNOLOGIA NUEVA.
y, a la vez, el Estado moderno se está muriendo. La caída de la
economía y política marxistas en todo el este de Europa demues­
tta clatamente que
la industrializaci6n mecanista que dominaba
los últimos dos siglos ya ha quedado desfasada o, por lo menos,
va siendo reemplazada por nuevos modos de producci6n.
Aunque el mundo de las finanzas todavía está en manos de un
Establishment internacional, una sinarquía hostil a lo poco que
queda de la Cristiandad, las técnicas nuevas, te6ricamente, no nece­
sitan la gran concentraci6n de capital exigida por la antigua revo­
luci6n industtial.
La técnica se hace más «pequeña» cada día -so­
lsmente hace falta pensat en la rápida evolución del computador­
y así se acerca más al genio y a la mano del hombre que trabaja,
una posibilidad que no pudo ser vislumbrada por
Le6n XIII. Este
movimiento abre la puerta a la actualizaci6n de su programa social
cristiano.
La
civilización oocidental está llegando a una situaci6n donde
la famosa docttina de la subsidiariedad se impondrá por la fuerza
si no por la convioci6n. Cuando
la encíclica Rerum novarum salió,
toda la técnica y la política estatal se inclinaban fuertemente en
contra del contenido de la docttina pontificia. La masificaci6n pro­
ducida, debida a una mecanización impersonal, tendía a aplastat la
en.presa pequeña y mediana, a reducir
al trabajador a un robot mal
pagado, y a sustraerle aquella responsabilidad personal por lo que
produce, cosa que debe format patte de su naturaleza como
homo
faber. Hoy, al conttarid, a pesar de que el mundo occidental sea
aún más seculatizado, sus estructuras técnicas se empiezan a incli­
nar a favot del meollo del pensamiento de
Le6n XIII. Nos encon­
ttamos en una situación en que el hombre puede
reafirmat su dig­
nidad personal a ttavés de una economía en que la eficacia y la
praxis exigen un florecimiento nuevo de la industria pequeña y
mediana; en la que la participación activa del trabajador
se impone
por nuevas condiciones de labor ; en la que la necesidad de
.una
labor puramente rutinaria, y aun brutal, está mortecina, aunque
de ninguna manera muerta.
La docttina social de la Iglesia, siempre la defensora de dig­
nidad humana, hoy tiene la posibilidad de atticular y encauzar las
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RAPA.EL GAMBRA
semillas de un mundo nuevo que, de otra manera, se quedaría a
la deriva. (Esta posibilidad negativa queda fuera de estas líneas).
Si pensamos y actuamos positivamente, Rerum novarum podrá ser
una brújula para el futuro.
DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA
Y PROGRESISMO CATOLICO
POR
RAFAEL GAMBRA (*)
La llamada doctrina social de la Iglesia que defendieron desde
el siglo pasado pontífices
y autores cat6licos, coincide ---romo no
podía por menos-con la estructura social y el régimen político
que la Iglesia
inspiro a lo largo de los siglos de la Cristiandad.
Supone esta doctrina, ante todo, una fundamentaci6n religiosa
de
la sociedad con un poder que reconoce en Dios su origen y en
el Decálogo la norma inalterable de
su ejercicio. Propugna, en se­
gundo término, la familia como núcleo primero del entramado
social, familia basada en un matrimonio sacramental e indisoluble.
Defiende, asimismo, la propiedad privada con un carácter patti­
monial-familiar hereditario. Sostiene la asociaci6n laboral
y profe­
sional como medio de defensa corporativa y de representaci6n po­
lítica. Afirma, en fin, el principio de subsidiariedad en el conjunto
de la sociedad
y la funci6n meramente de gobierno y supletoria
del Estado. Todo lo cual coincide, salvadas las diferencias de lugar
y época, con la estructura· política que fue creando lentamente
la
Iglesia durante los siglos cristianos. Rerum n{jt)arum es, segura­
mente, la
más completa exposici6n de esa doctrina social.
La democracia moderna y los llamados Derechos del Hombre,
que proclam6 la Revoluci6n, suponen
la antítesis de aquella socie-
(*) Colegio Universitario San Pablo (Madrid).
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