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Número 297-298

Serie XXX

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A propósito del servicio militar obligatorio

A J:>;ROPOSITO DEL SERVIClO MILITAR OBLIGATOIUO
POR
ARMANDO MARCHANTE Gn. (*)
La realización de prestaciones personales y gratuitas en bene­
ficio de otra persona o colectividad se remonta: múy atrás en la
historia, Baste pens\ir en lit escLÍvitud, algurui de cuyas manifesta­
ciones
nos· son contemporáneas, o en el sistema· feudal · presente
aún en el mundo de hoy. "
En .lits naciones europeas tales prestaciones pétsonales desapa­
recieron en general durante el pasado siglo con una iliepción: la
relativa al
servicio militar.
Como en tantas otras cosas fue: la Revolución. francesa y las
ideas que la inspirardn quienes, si bien aumentaron en algunos
aspectos el ámbito de las libertades públicas, en otros impusieron
a quienes ya no eran súbditos,
sino ciudadanos, obligaciones antes
desconocidas: la prestación·del
servicio militar, obligatoria, no re­
tribuida y con carácter de generalidad para tddos los varones úti­
les, fue una de las más notables,
Naturaln,ente, tal impósición fue presentada con los colores
niás favorables. No debía ser considerada como una obligación im­
puesta:, sino un noble deber y una aportación desinteresada a la
nación, que.honraba a los sujetos pasivos de la misma. Tanto más
honrosa cuanto más sacrificio suponía y que podía llegar hasta· la
entrega
de la propia vi.da por la Patria.
Curiosamente, son
quienes' ahora más presumen de progresis,
mo quienes ponen en solfa lo que se presentó por sus antecesores
ideológicos como una · de las más importantes conquistas de la re­
volución y del progreso.
Paradojas de la historia y· del pensanúen·
to humano.
En España, la· campafia contra el servicio militar vi.ene de le-
(*) General de Brigada de Artillería.
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ARMANDO MARCHANTE GIL
jos y está alimentada por casi todos los medios de propaganda
política y social.
Lo. más .notable es que tal acción se les ha esca­
pad6 de las m:abos a sus mentores, llegando mucho más allá de lo
que se proponían: ya no se rechaza sólo el servicio militar obliga­
totio, sino también
lo q11e. se ha venic)o llamando la «prestación ,. . . -·
civil sustitutoria».
Más claro: se rehúsa por un número creciente de jóvenes cual­
quier prestación,
.persona,! gei;ieraji~ada . y gratuita en favor .. de la
sociedad o del
Esta.do., sea de·s,mícter militar o ci,¡¡l. })lo creo que
tQdos lQ!i que, en.~ónde su .ideología antitnilitar, iniciaron la
acción,
quisiel"llll l,J.egar a un. punte:>. que puede ser de arranque para
negativas
más peligrosas.
. Nos podemos preguntat: ,¡Hay OQ!igación moral.de aceptar ta­
les pres.taciones?
¿ Puede una• ,cpl'\CÍei;tcia recta rechazarlas a la luz
de la moral natural y cristiana?
A estas
pregun,\as no' encuentro, una respuest,¡· unívoca .. Si aten­
demos
al Antiguo Testamento•veremos a Judas ~abeo y los.su,
yos, ;
ante la injusta agresión del re¡,r Antíoco, «dispol}erse a la
guerra,. orand~ ·Y .pidiendo a .Dios clemencia y misericordia», p;,r­
que
«mejor ennorir com.1/atiendg q\le,contemplar la ruii,a.de nues­
tro pueblo y nuestro santuatio» (Mac. I,),42/59), Ahora bien, en
el mismo texto se nos dice que en •aquella situación otros judíos
no pensaban así. Nos encontramos,. por tanto, ante ,\JO caso de ab­
ne,gación y heroísmo. que no •son exigibles con carácter geneti1!,
En otra situación,,los apóstoles Pedro y Juan di= a.las auto­
ridades judías, «Juzgad por vosotros mismos si es justo· ante 'Dio,;
que.os .. obedezcamos a vosotros más que a El»,{Após. V,17). Pot
lo tanto, será no sólo posible; sino obligatOrio, .-ehusar prestaciones
personales obligadas.cuando se dirijan á la consecución de un fin
claramente. inmoral. En tal,caso,. la objeción de concien(da :se con­
vierte en obligación moral ios0$layahle; es la situación, por• ejem·
plo; de los médicos anteuna imposicióJJ legal qµe les pretenda exi­
gir la realización de
un aborto o la eutanasia .
. ' Si volvemos la atención a la ·actual situación, en Espeña donde
nadie prepara ni propugna la creación de un iostrumento militar
agresivo y donde la voluntad
pacífica de la . nación y de sus gober-
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A PROPOSlTO DEL SERVICIO MILITAR OBLIGATORIO
nantey . es nl.¡Ís: qué evidei¡~e, hada puede alarmada concieti.c;ia de
ningún ciudadano hasta el punt; de negat su con:cutso a la prepa·
ración de
la defensa nacional. '
Tal vez a~\',JDfnPr~a,la, 9):>lig,ip¡Sn. de realizar una pres­
tación personal pata fines menos importantes. Es posible que esté
más justificada moralmente
la negativa a realizat un servicio de
guardería
forestal' ·, pongo por ca~O:-qüe el servicio militar. He
ahí otra paradoja.
La cuestión .¡¡!anteada subsiste, ¡Se pueden ·exigir por el Esta­
do prestaciones personales con catácter general? Entiendo que no;
y cada vez menos si, de vcerdad, se quieren respetar los derechos
de
la persona, . ~lo con. carácter específico y por. un fin esencial
para
la comunidad pudiera· hacerse.· Y ·este es d caso, precisamen-
te, del servicio militar. ·
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