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Número 421-422

Serie XLII

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[Rafael Gambra] Un hombre cabal

INMEMORIAM
II
UN HOMBRE CABAL
Todos ustedes habrán conocido homenajes y actos análogos
que se han organizado con el secreto fin principal de difundir
ideas o
de maniobrar, utilizando a la persona homenajeada como
ocasión o pretexto, instrumentalizándola y dejándola después
relegada
a. un segundo plano. Como en otras materias, es fie­
cuente que el burlado sea el último en darse cuenta. Este no es
nuestro caso de hoy.
Un hombre de una pieza.-Porque RAFAEL GAMBRA y la Con­
trarrevolución en la España conte1nporánea no son dos cosas dis­
tintas, mejor o
peor articuladas, sino que son una pieza. RAFAEL
GAMBRA fue un hombre de una pieza y un hombre libre que puso
su libertad y su 1nonolitismo al servido de la cosmovisión católi­
ca y española que amaba. No se podrá escribir la historia de la
Contra1Tevolución
en España sin poner en el índice onotnástico,
tras
su nombre, la palabra passim. Su condición de hombre de
una pieza le situó siempre fuera de cualquier asociación, de cual­
quier tipo, ansiosa
de poder mediante con1binaciones, filigranas
e ingenierías. Era fiel a su palabra y exigía que los demás tam­
bién lo fueran a la suya.
Una estirpe.-En la primera mitad de la vida de GAMBRA hay
que hablar del Carlismo. En la segunda mitad, hay que hablar,
además, del Carlismo,
de la Contrarrevolución en la Iglesia. Las
guerras carlistas fueron la reacción de la España Católica contra
las ideas
de la Revolución francesa y del liberalismo, contra la
europeización de España en el siglo XIX. RAFAEL GAMBRA era biz­
nieto del general carlista SANZ, del Rey DoN CARLOS VII, miembro
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de una estirpe de carlistas en la que nace RAFAEL. En el siglo xx
la definición de la reacción dicha se mantiene en sus líneas gene­
rales contra nuevas for1nas de europeización, que es apostasía.
RAFAEL es uno de los caudillos carlistas del siglo xx. Su domicilio
era un pequeño círculo carlista en el extremo de un reguero de
visitantes, nacionales y extranjeros que acudían a pedir orienta­
ciones y consejos políticos.
Va al Alto del León.-El 18 de julio de 1936, RAFAEL GAMBRA
se incorpora al naciente Tercio de Requetés de Abárzuza y con él
va al Alto del León a cerrar el
paso a Castilla de las hordas rojas
madrileñas vencedoras del cuartel
de la Montaña. En los prime­
ros días, antes
de que el general SAUQUET nombrara jefe de ese
Tercio al comandante don BENJAMÍN MARTÍN DUQUE, el núcleo ini­
cial estuvo
mandado por el sacerdote navarro don JosÉ UL!BARRI,
párroco de Ugar, con el que el joven GAMBRA hizo una estrecha
amistad
que duró hasta la muerte de don JosÉ.
Es bueno recordar aquí, en estos tiempos de idolatría de la
paz que don JosÉ ULíBARRI no fue el único sacerdote navarro que
asumió el mando 1nilitar de aquellos primeros núcleos de reque­
tés feligreses suyos.
También fueron emblemáticos de sacerdotes
con mando militar de tropa voluntaria, en el Alto del León, hasta
seis sacerdotes 1nás, de los cuales el que esto escribe trató a dos,
don MóNICO AzPILlCUETA y don JUAN 0110, descendiente del gene­
ral carlista del mismo apellido y después Vicario General
de la
diócesis
de Pamplona.
Rafael no se desmovilizó.-Con la victoria militar llegó la
des1novilización para 1nuchos. RAFAEL siguió n1ovilizado toda su
vida, diríamos que en distintas unidades y en distintos frentes.
Vivió
en pie de guerra y esta es una diferencia esencial de los
idealistas
con los arrivistas y chaqueteas.
Ganó en seguida una cátedra en un instituto de Pamplona y
desde allí empieza a mostrarnos en toda la década de los años
cuarenta y hasta bien entrada la década de los años cincuenta,
del siglo xx, ya
en Madrid, una actividad blfronte, singular y ejem­
plar. Por un lado, escribe incesantemente artículos, sobre todo en
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el periódico El Pensamiento Navarro, y libros exponiendo cues­
tiones filosóficas que otros, de seguro, abordarán en estas mis­
mas páginas. Y, por otro lado, a la vez toma parte en las algara­
das callejeras
que los carlistas organizan frecuentemente en esos
años para protestar del intento totalitario de FRANCO de militarizar
la sociedad civil.
Con el resultado de que se hace asiduo visitan­
te de las comisarías.
La Segunda Guerra Mundial, Francia y Europa.-Su per­
fecto conocilniento
de la lengua francesa, que era la lengua de la
cultura
en la primera mitad del siglo xx, le llevó a través de lec­
turas y
de contactos personales a seguir de cerca la política y el
pensanliento franceses contemporáneos.
Durante la
II Guerra Mundial había ayudado desde su locali­
dad de origen y veraniega de Roncal, en el pirineo navarro, a
algunos monárquicos legitimistas franceses a adentrarse clandes­
tinamente
en España huyendo de la invasión alemana. En aque­
llas aventuras volvemos a encontrar en GAMBRA el perfecto y ori­
ginal ensamblaje del intelectual con la acción con visos policía­
cos. En el pensa1niento contrarrevolucionario distinguió muy
bien, y agudamente, el pensamiento íntegramente católico, del
predominantemente patriótico de CHARLES MAURRAs y de la Action
Fran,aise.
Desde los primeros cantos de sirena de la unificación de
Europa en la década de los años cincuenta del siglo xx, se n1os­
tró opuesto a la proyectada europeización de España, por consi­
derar este nuevo ente contrario de la civilización católica y espa­
ñola. En este punto perfectamente compenetrado con los tam­
bién catedráticos carlistas FRANCISCO EL!As DE TEJADA y ÁLVARO
o'ORS, forma la cumbre intelectual del carlismo contetnporáneo,
que define su posición frente a Europa y la globalización.
Piedad, Estudio y Acción.-Siempre me ha parecido admi­
rable y ejemplar esta dualidad articulada
de RAFAEL GAMBRA. Por­
que todos hemos conocido emditos y sabios del mundo de las
letras, beneméritos sin duda, pero que creían que se les caían los
anillos si
iban a vociferar en manifestaciones políticas populares.
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Y, por otro lado, hemos tenido que aguantar la tremenda igno­
rancia
de muchos carlistas de a pie, valientes y generosos en la
calle y
en las comisarias, pero con una fobia patológica a los
libros y al estudio.
No es fácil encontrar personas tan completas
en este punto como RAFAEL. Es una coincidencia digna de ser imi­
tada. Volvemos aquí a encontrar a un hombre de una pieza. Él
era básicamente un intelectual, pero nunca se le pudo aplicar
aquel genial descubrimiento de don MAURICIO DE SIVATTE, jefe car­
lista catalán,
de que el intelectualismo es, en algunos, una coar­
tada para no ir a dormir a la co1nisatia.
La Contrarrevolución en la Iglesia.-En la segunda mitad
de su vida, RAFAEL GAMBRA se encuentra con la sorpresa de una
nueva faz de la invasión de España desde Europa. De Francia e
Italia
nos llega un movimiento llan1ado "el progresismo" que aun­
que básicamente religioso, de dentro del propio catolicismo,
tiene también consonancias políticas liberales y filomalXistas. El
asedio al viejo carlismo se refuerza enorme1nente con el "pro­
gresismo", pero de la reacción que éste produce en a1nplios sec­
tores católicos surge
una estrecha y nueva colaboración entre el
Carlismo y la Iglesia
que en una definición más amplia, aunque
no nueva, es la Contrarrevolución.
Recuerdo de Carmela, su esposa.-No podemos seguir
avanzando
por los recuerdos de RAFAEL GAMBRA sin mencionar a
su esposa,
CARMELA GUTIÉRREZ. De gran inteligencia y actividad,
está tuvo dos frentes: el primero, más natural,
aunque escaso en
aquella sociedad, de apoyo e incorporación a la vocación de su
marido
en los aspectos que vamos siguiendo; y a la vez, a la de
sus hijos
que luchaban en la Universidad de Madrid contra los
primeros retornos de los rojos. Tuvo, además, luz
propia como
articulista, traductora y autora de novelas ambientadas en las gue­
rras carlistas, de gran tirada y versión radiofónica de gran audien­
cia, y
como fundadora y mantenedora de Fundación Stella. Ésta
fue producto de
su intuición de que lo más urgente y necesario
para la Contrarrevolución en España, entonces, no eran escrito­
res, ni editores, sino
que lo que más faltaban eran distribuidores.
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A esta Fundación, silenciosa y eficaz, dedico muchas horas de
trabajo especializado y mucho dinero.
Seguimos con la Contrarrevolución en la Iglesia.-Per­
fectamente compenetrados en el servicio a la Contrarrevolución
en la Iglesia, que fue después de la Cruzada de 1936 el gran
acontecimiento histórico durante sus vidas,
RAFAEL y CARMELA fue­
ron anfitriones, con grandes trabajos
y dificultades, de las prime­
ras visitas de monseñor LEFEBVRE a España, en su primera época.
Y también de los menos destacados pero diligentísimos defenso­
res
de la ortodoxia católica, el abate francés GEoRGES DE NANTES
y el P. HERVÉ LE LAY también francés, incardenado en Salta, Ar­
gentina. Su domicilio madrileño se fue convirtiendo en lugar de
peregrinación de contrarrevolucionarios extranjeros, qu.e, por su
patte, le invitaban a dar conferencias en la América Española. En
ésta,
y en Portugal, se han reeditado varios-de sus libros.
La Ciudad Católica y la revista Verbo.-Después de la Se­
gunda Guerra Mundial unos católicos franceses presididos
por M.
]EAN OussET se preguntan cómo era posible que siendo allá nume'
rosos los católicos, pesasen tan poco en política. Y se responden
a sí 1nismos que porque ignoran las enseñanzas de la propia
Iglesia en esas materias, y poniendo 1nanos a la obra fundan un
movimiento de estudio y acción de temas mixtos de Religión y
política al que llaman La Ciudad Católica. Nuestros amigos don
EUGENIO VEGAS LATAPIE y don JUAN VALLET DE GOYT!SOW entienden
que ese planteamiento es perfectamente observable
y aplicable
en España .y fundan una filial española. En seguida se les incor­
pora RAFAEL GAMBRA, decidida1nente, y no como . otros a ver en
qué queda la cosa. Pero de esto os hablarán mejor otros amigos.
La libertad de cultos y el premio Vedruna.-Los GAMBRA,
RAFAEL y CARMELA, viven.en pie de guerra. Son centinelas que no
se duennen. Con la agilidad que la caballería tenía para descu­
brir
y fijar al enemigo, en tiempos de SAN IGNACIO, y que éste
quería
para sus hijos espirituales, potenciada por su inteligencia
penetrante y su erudición, detectan 1nuy precozmente los sofis-
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IN MEMORIAM I
mas del Enemigo progresista con piel de Jveja y los denuncian y
persiguen implacablemente.
En esto se manifiesta otro de los ras­
gos de RAFAEL GAMBRA, que es que se niega a hacer vista gorda,
a dejarse engañar, a
que le tomen por tojlto. Rechaza airado la
salida
que ante la crisis de la Iglesia le su¡¡ieren algunos amigos
a los
que llama (cariñosamente) "meapilas'., de que no ha enten­
dido bien lo que está diciendo el Concilio Vaticano TI.
La ofensiva enemiga alcanza su cu bre victoriosa con la
libertad de cultos, que ahora, para disimul r su contradicción con
tesis anteriores, se llamará libertad religio a. Cuando se inició el
Concilio apareció
en su agenda una pone cia del belga SMEDT a
favor
de la libertad de cultos como "tesis", que venía siendo en
España durante la vida más que centenaria del carlismo una cues­
tión batallona,
pero no se le dio importan · a; parecía una curio­
sidad. Luego
se fue viendo que la cosa ba en serio, y que el
Concilio
podía aprobar una libertad reli · osa como "tesis", en
contradicción con lo que la Iglesia en Esp ña y el Carlismo habí­
an defendido siempre, con nada despr dables sacrificios. El
susto fue· mayúsculo. Don MANúEL FAL CfNDE, que poco antes
había dejado
de ser Jefe Delegado de fM.C. DoN JAVIER DE
BoRBóN PARMA, improvisó a toda prisa una ropaganda en contra
con la institución de un premio para el mej r libro inédito a favor
de la Unidad Católica, al que llamó premi Vedruna. Pocos acu­
dieron al llamamiento
porque la cuantía conómica del premio
no pasaba de simbólica. Inmediatamente e movilizó RAFAEL y le
ganó con un trabajo posteriormente edit do en forma de libro
titulado,
La unidad religiosa y el derrotl católico.
El libro Tradición o Mimetismo. La batalla inacabable
entr Franco. Instaurada la Monarquía parlame$ria que hoy padece­
mos, algunos católicos empiezan a asustle, como sietnpre, y
tardíamente, y el Instituto de Estudios Polí cos convocó en 1975
un premio dotado por la Fundación ORIOL-RQUIJO bajo la deno­
minación "Centenario
PRADERA-MAEzru". Ga bra lo ganó con un
escrito luego editado en forma de libro titulado Tradición o
Mimetismo,
que es extraordinario, y como tal silenciado por los
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/NMEMORIAM
medios de comunicación. El Instituto de Estudios Politicos no
tardó en desnaturalizarse y en cambiar de nombre. En esta nueva
situación no quiso distribuir la obra y ofreció el resto de la edi­
ción
en venta a su autor. RAFAEL la compró y la ha estado rega­
lando volumen a volumen, a jóvenes estudiosos.
Socorro al soldado desconocido.-Implantada la Monarquía
Democrática, el general
GunllRREZ MEu.Aoo hizo una ley para el
Ejército. Un militar en activo, y padre de familia nwnerosa, escri­
bió un artículo en contra, y lo publicó en el periódico de Pamplo­
na,
El Pensamiento Navarro. Como no creía mucho en las liber­
tades democráticas lo firmó
con un seudónimo. Enterado el gene­
ral, envió a
un jefe a ver al director del periódico para inquirir el
verdadero nombre del autor. El director del periódico, tampoco
creía mucho
en las libertades democráticas, y entendió inmedia­
tamente lo que le iba a caer al autor si desvelaba su identidad, y
por ello pidió un plazo de unos días. Telefoneó a GAMBRA pidién­
dole consejo, y éste también entendió lo
que le iba a caer al autor
y padre
de familia numerosa, al que desconoáa, y le sugirió al
director del periódico
que dijera que el autor era él. El general
GUT!ÉRREZ no se dio por vencido y encargó algo, que no se supo
qué, a otro general, el Director General de la Guardia Civil, que
telefoneó a GAMBRA ordenándole que se presentara en su despa­
cho oficial. A lo cual
GAMBRA contestó que él era catedrático del
Instituto Lope de Vega y que
no era militar y por ello no tenia
por qué ir-a verle¡ que si quería verle que fuera a su casa, donde
él le recibirla. Mucho le debió apretar el general GUTIÉRREZ al
Director General
de la Guardia Civil, porque éste fue a casa de
GAMBRA. Éste le recibió bromeando y el asunto se enfrió. Quedó
en la guarnición de Pamplona una familia eternamente agradeci­
da a la generosidad de
RAFAEL.
El gran homenaje en la Gran Peña.-La figura de RAFAEL
GAMBRA se iba destacando cada vez más, y no precisamente por
el apoyo de los políticos sedicentes "católicos" ni por el clero
postconciliar, ni por los medios de comunicación que le silencia­
ban y apenas publicaban sus artículos. De la misma entraña de la
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sociedad, en sectores fieles a la ortodoxia católica y patriótica
surgió
el ambiente para un homenaje, que organizado por don
MIGUEL AYUSO en la Gran Peña constituyó un gran éxito. Inter­
vinieron los señores ALFONSO BULLÓN DE MENDOZA, JAVIER LrZARZA,
Bus Pl! JUAN VALLET DE GüYTISOLO e IGNACIO HERNANDO DE l.ARRAMENDI.
En este acto se presentaron los libros de don MIGUEL AYUso,
Koinós. El pensamiento político de Rafael Gambra y Comunidad
humana y tradición política: "Líber amicorum" de Rafael Gambra.
Las valiosas doctrinas que guardan para su divulgación han
sido también recopiladas en sus versiones íntegras por la Funda­
ción HERNANDO DE iARRAMENDI en un CD-rom, en la Colección
"Biblioteca Virtual de Pensadores Tradicionalistas Hispánicos",
que dirige MIGUEL AYUSO.
Jefe de la Secretaría política de S.A.R. Don Sixto de Bor­
bón.-Desde que en su mocedad sentó plaza de voluntario le­
gionario en el Tercio Gran Capitán, l.º, de la Legión, para re­
validar su nacionalidad española, que FRANco le regateaba, el
príncipe
DON SIXro no ha estado nunca ausente ni de la política
española ni de la europea en los rescoldos que guarda de la
Cristiandad. Las dolorosas circunstancias por las que atraviesan
en estos años la Iglesia y España, aconsejaban al príncipe nom­
brar una gran figura para su Secretarla Política, en su 1nente la
verdadera Jefatura Delegada de la Comunión Tradicionalista. Una
nueva carga, una nueva cruz, para RAFAEL, que aceptó a pesar de
los achaques que le producen sus más de ochenta años, análo­
gamente a como lo hizo el ta1nbién más que octogenario Rey DON
ALFONSO CARLOS, a la muerte del Rey DON JAIME III.
Dios Nuestro Señor se lo habrá ya premiado todo en la glo­
ria eterna. Qt1e así sea.
MANUEL DE SANTA CRUZ
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