José de Guadalupe Muñoz Ramos: Las falacias contra el sinarquismo

INFORMACIÓN BIBLIOGRÁFICA
]osé de Gudalupe Muñoz Ramos: LAS FALACIAS
CONTRA EL SINARQUISMO<•i
La Unión Nacional Sinarquista (U.N.S.) fue un movimiento cívi­
co organizado
por jóvenes católicos mexicanos el 27 de mayo de
1937, en la ciudad de León, Guanajuato, nacido en defensa de los
ideales social-cristianos defendidos
por las encíclicas papales y que
reclamaba una reforma agraria prometida
por la Revolución y
nunca realizada del todo. Entre sus principales impulsores se
encontraban José Antonio Urquiza Septién, Manuel Zermeño, José
Trueba Olivares y Salvador Abascal Infante. Pese a todo habría
que
precisar que tras la fundación de la UNS estaba una organización
secreta llamada
La Base o La Legión, que -€11 1935-decide orga­
nizarse en doce secciones para una mejor actuación: 1.0 Patronal,
2.º Obrera, 3.º Campesina, 4.0 Información, 5.º Comunicaciones,
6.º Relaciones, 7.º Propaganda, 8.º Estudiantil, 9.º Finanzas, 10.º
Clase Media, 11.º
Civico-Social, y 12.º Defensa. La UNS sería la nú­
mero 11; algunas de las restantes apenas llegarían a cobrar vida.
Esta versión sobre los orígenes de
la U.N.S. difiere en gran
medida
con las tesis oficialistas sobre la fundación de la U.N.S.,
que han tratado de presentar al citado movimiento como el resul­
tado de una extraña madeja conspiradora
en la cual se entre­
mezclarían la Alemania nazi, el Servicio Exterior de la Falange
Española, el Vaticano, la burguesía mejicana desplazada
por la
Revolución, y algún
que otro elemento que probablemente el
autor del presente libro haya podido pasar
por alto. Entre los
apologetas de esta versión estaría Mario Gill (pseudónimo de
(*) Ediciones UNS, México, 2003, 225 págs.
~rbo, núm. 421-422 (2004), 145-176. 145
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Carlos Mario Velasco Gil), quien atribtúa la fundación del sinar­
quismo (en su libro Sinarquismo: su origen, su esenda, su misión)
a un profesor de origen alemán llamado Hellmuth Osear Schreiter,
quien
habria fundado un Centro Anticomunista en la ciudad de
Guanajuato. Por su parte, el jesuita Joseph Ledit
(en el El Frente de
los Pobres), aseguraba que el tal Osear Schreiter era en realidad un
agente nazi. El periodista norteamericano Allan Chase (en su libro
Falange. El ejército secreto del E]e) va mucho más lejos al asegurar
que Schreiter había sido
uno de los primeros afiliados al N.S.D.A.P.
(Partido Obrero Nacional Socialista Alemán) y que sus cuotas al
mismo estaban
al corriente hasta el 23 de mayo de 1937. En su
labor
contarla con el

apoyo de los hermanos José y Alfonso Trueba
Olivares, a los cuales Chase describe como poderosos hacendados
españoles cuyas grandes estancias constituían verdaderos domi­
nios feudales, siendo además los responsables más importantes de
las labores realizadas por
el Servicio Exterior de la Falange Espa­
ñola
en Méjico. En este orden de cosas, el profesor Vicente Fuentes
Díaz se refiere a José Antonio Urquiza
-otro de los fundadores de
la U.N.S.-como un joven mexicano que pasa de ser un comba­
tiente del ejercito franquista (cosa, por otro lado, bastante impro­
bable dado que nunca viajó fuera de Méjico) a
un importante
agente nazi-fascista, encargado
de fomentar la penetración del na­
cional socialismo
en Méjico.
Teorias similares a las hasta ahora expuestas (y que defien­
den una rara y extraña conspiración, cuyos ejes serían Madrid­
Berlín-Roma)
han sido defendidas entre otros por la gran mayo­
lia de los primeros estudiosos realizados sobre el tema, tales
como los
de Betty Kirk y Margare! Schedd. A estas !eolias trata
de contestar Muñoz Ramos en los capítulos iniciales del presen­
te volumen, tratando de poner de manifiesto los verdaderos orí­
genes de la UNS y tratando de desmontar las extravagantes teo­
rías sobre las operaciones conspiratorias.
Sin profundizar más en esta cuestión, hablia que puntualizar
que la UNS aun sobrevive en . el México actual, y ello pese a la
fuerte división sufrida en 1945; desde esa fecha la organización
quedo escindida
en al menos dos fracciones: una dirigida inicial­
mente
por Athie Carrasco y otra por Manuel Torres Bueno. La pri­
mera respondía a las ordenes de La Base, o más bien a los parti-
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rulares intereses de Antonio Santacruz, uno de sus principales diri­
gentes.
La segunda trató de buscar un espacio en la escena políti­
ca, compitiendo incluso
con el Partido de Acción Nacional, cuyo
origen se entremezcla
con el de la UNS. El presente volumen dedi­
ca su último capítulo a
un ajuste de cuentas entre la fracción de
Torres Bueno, dirigida hoy por Leonardo Andraca, y la de Athie
Carrasco, liderada
por Jesús Ruiz Munilla; para ello el autor, miem­
bro del llamado Partido Demócrata Mexicano (platafonna política
del sector
de Andraca), enjuicia algunas imprecisiones realizadas
por Ruiz Munilla en uno de sus libros sobre el sinarquismo, aunque
ca.e en las mismas "predisposiciones" y afinnaciones "envenenadas"
que trata de desenmascarar.
Es un capítulo que podría haberse omi­
tido, o bien haberse sustituido
por otro, lo más curioso es que uno
y otro tratan de utilizar las memorias de Salvador Abascal (tal vez
el dirigente sinarquista más sobresaliente) para alzarse con una legi­
timidad que reclaman, lo
más sorprendente del caso es que Abascal
en sus memorias critica por igual a unos y a otros.
No cabe duda que el presente volumen es un libro partidis­
ta, escrito
desde la militancia, y la convención de los ideales por
los que autor lucha; ello quita objetividad al libro, aunque le
aporta una pasión que muchas veces es necesaria para com­
prender un movimiento co1no fue -como es-el sinarquismo
mejicano, uno de los movimientos más originales y transcenden­
tales de toda Hispanoamérica, tal y como afirmara el escritor
nicaragüense Pablo Antonio Cuadra.
]OSÉ D!Az NIEVA
Danilo Castellano: RAZIONALISMO E DIRITTI
UMANI. DELL'ANTIFILOSOFIA POLITICO-GIURIDICA
DELLA "MODERNITÁ"
<'>
A Danilo Castellano, profesor de filosofia del derecho y de la
política
en la Universidad de Udine, se le debe, amén de la edi­
ción
de las actas de los convegni anuales del Institut International
e) Giappichelli Editore, Turín, 2003, 104 págs.
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